13/10/2025
 Actualizado a 13/10/2025
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Quiero expresar mi sincero agradecimiento a las personas que me acompañasteis en la presentación de ‘Mariposas nocturnas’, en Ponferrada, León o San Feliz de Torío. (Aquí pegados a la vía del tren, lo que desde siempre fue Feve). Esto es, en el Museo de la Radio, Museo Casa Botines-Gaudí y Factor. Espacio San Feliz. Vuestra presencia, las palabras y su calidez, hicieron de esos tres encuentros momentos inolvidables.

Y no puedo, ni quiero, olvidarme por la gratitud extendida a ese «máquina», ojo, palentino de nacencia, que es mi editor, Héctor Escobar, el mismo que dice cosas tan de «Perogrullo» como que ¡nadie puede parar! Será verdad.

Pero una novela no cobra vida únicamente en las páginas, ya que necesita lectores, miradas, preguntas, silencios compartidos y emociones que se entrelazan. Durante las presentaciones siento con cada gesto y comentario que este proyecto ya no me pertenece solo a mí, sino a quienes deciden abrir el libro y dejarse envolver por su historia.

Gracias a quienes se acercaron con curiosidad, a quienes escucharon con atención y a quienes compartieron reflexiones que enriquecen la obra. También a las personas que hicieron posible el evento en los espacios que nos acogieron hasta la fecha: Cabrillanes, San Emiliano, Riello, Santa María del Páramo y Santiago de Compostela.

‘Mariposas nocturnas’ nació de la necesidad de dar voz a personas que viven en la penumbra sentimental, en los márgenes, en esos territorios que suelen quedar ocultos. Ver cómo esas voces se encuentran ahora con vosotros, cómo resuenan en su interior y despiertan diálogos me llena de gratitud y esperanza.

La literatura nos recuerda que no estamos solos y que nuestras noches también pueden tener alas. Vosotros, con vuestra compañía y apoyo, fuisteis las alas para mí en este despliegue del camino editorial. Gracias, de corazón, por ser parte de este vuelo. Salud.

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