Es la estructura, estúpido. Creo que el PSOE no se termina de enterar, o si es consciente peca de soberbia y va sobrado. No puedo evitar sorprenderme al contemplar cómo el socialismo está maltratando su organigrama con movimientos como el de la defenestración de Nuria Rubio. Luis Tudanca le hace la cama a la cabeza de lista en las pasadas elecciones en una provincia clave, no me parece una jugada inteligente. Más teniendo en cuenta las tensiones entre la directiva regional con la provincial y la más que evidente reacción ante este plan maquiavélico; invoco a Maquiavelo pero en realidad el autor de El Príncipe les tiraría su manual a la cabeza.
El PSOE parece estar a gusto en la oposición en la mayoría de las regiones de nuestro país, o al menos eso es la impresión que da a juzgar por sus ansias de auto flagelarse a sí mismo dañando la estructura orgánica abriendo estigmas inexistentes; penitencia con la que no tocarán el cielo sino que caerán al gélido infierno de la oposición de forma permanente. El dominio autonómico del Partido Popular es fruto de haber construido unas bases sólidas que ejercen como pilar de feudos como el de Galicia, Madrid y Castilla y León. Red partitocrática que pesca votos en comicios regionales pero que no cala del todo en las nacionales; así se explica la excepción de un Pedro Sánchez que sigue viviendo en La Moncloa pese al tsunami azul en las comunidades.
Ximo Puig perdió la Generalitat Valenciana porque se olvidó de Alicante durante cuatro años y no cuidó a las bases de su partido en la agrupación con más afiliados de toda la comunidad. Que no descuide Tudanca la plaza leonesa porque su marginación puede ahondar más en la sed de poder del socialismo. En la cuna del parlamentarismo se determinará si el PSOE corre la misma suerte que sus camaradas regionales o se convierte en una alternativa real al Partido Popular.