Reconocimientos recientes a la labor del artista Cruz Delgado hacen revivir la memoria de su serie de dibujos ‘Los Trotamúsicos’, primer referente que uno tuvo para comparar a cualquier grupo de música, desde La Polla Records hasta el último visto en directo, el de música barroca Forma Antiqva.
Seis músicos en esta ocasión tocando clave, violín, tiorba, guitarra barroca, violonchelo y flauta de pico, esta a cargo del hermano de una amiga mía, quien de todo el grupo es precisamente el único miembro que no me vale para desentrañar el gran misterio que rodea a los músicos profesionales: ¿cómo escoger instrumento cuando hay más opciones que variaciones tiene la pintura plástica de color blanco? Y no podrá contestar a la gran pregunta porque escogió lo malo conocido y se quedó con el mortal instrumento con el que aprendió en el cole, que eso es la flauta de pico o flauta dulce y nunca flauta a secas (no vayan a molestar a esa gente especial que toca la travesera, entre la cual yo tengo dos amigas, una con profe particular y otra que aprendió en la Escuela Municipal de Música de San Andrés y les puedo ir con el cuento).
La flauta de pico empleada en el reciente concierto para tocar obras del superhéroe Telemann era un poco más grande que las escolares (escala libro de tapa dura / libro de bolsillo, para que lo entiendan los bibliófilos) y producía el mismo sonido agudo que fácilmente transporta a estampas silvestres a quien lo oye. Mas no se dejen engañar, ese inocente instrumento pertenece a una estirpe, relegada desde finales del XVIII de la música clásica, que llevó a cabo sonados robos de protagonismo y partituras a otros instrumentos durante el Renacimiento y el primer Barroco.
Siempre les he tenido un respeto reverencial a los músicos, verdaderos valientes que superan el castigo de aprender música en primaria (única asignatura de la que nadie habla y la que más maltrato de alumnos produce), siendo los más meritorios, por tanto, quienes siguen tocando el instrumento del demonio con el que nos enseñaron fusas, semifusas, confusas y corcheas. Decantarse por el violín (como esas vecinas que tuve que desafinaban tanto que me asustaban incluso estando yo en la tranquila soledad del escusado) puede parecer lo difícil, pero perseverar con la flauta de pico y ejecutar sonatas maestras con bajo continuo de tan grato efecto, eso es nivel Trotamúsicos.

Flauta de pico
11/04/2021
Actualizado a
11/04/2021
Comentarios
Guardar
Lo más leído