Pude asistir la semana pasada a las sesiones del jueves y del viernes de una nueva edición de FID (Foro Internacional del Deporte) que organiza todos los años en el Auditorio con deportistas de élite. El jueves, con la intervención de Sandra Sánchez en primer lugar, para terminar con una animada tertulia con Camacho, Buyo, Sarabia y Señor, cuatro de los once que ganaron 12 a 1 en el mítico España Malta de 1984.
La tertulia entre el moderador Luis Larrodera y Sandra Sánchez estuvo cargada de guiños y complicidad. Sandra, que se retiró hace dos años, obtuvo el oro olímpico en los Juegos de Tokio en el verano del 2021 y ha tenido un medallero increíble: 2 oros y 1 un bronce en Campeonatos del Mundo, 7 oros en Campeonatos Europeos y 2 en Juegos Europeos. Ha sido 8 veces campeona de España y acumula 37 medallas en los torneos de la Karate Premier League. Me quedo con el trabajo diario, duro, continuo para conseguir el éxito a pesar de las «dificultades institucionales» que en su momento padeció.
Recuerdo perfectamente la tarde del partido España-Malta de diciembre del 83. «“Sí, Si, Sí, España va a París». Llegamos al descanso con 3-1. Estos jugadores confesaron que entraron al vestuario abatidos. Muchas ocasiones, pero perdidas. Penalti incluido. Pero la segunda parte ya fue otra cosa. Euforia y caos. Sin tiempo que perder, incluso con el gol 12, se fueron a recoger rápido el balón de la portería. Por unos minutos, recordamos una gesta histórica que nos sugiere que, a pesar de los pesares, cualquier cosa es posible.
El viernes pude escuchar a Alex Txikon. Alguien que ha subido dos ochomiles es muy especial. De otra galaxia. La pasión con la que contaba sus peripecias me conmovió. Para él, que ha visto morir a varias personas en el intento de coronar alguna cumbre, llegar a la cima es «regresar vivo» al campamento base. En la subida al Nanga Parbat, estuvo 55 días encerrado en su tienda esperando a que el viento amainara. 55 días.