Quizá hubiese tenido que hablar con el director del periódico sobre la conveniencia o no de, aun siendo miércoles, mi comparecencia opinante en fecha tan mágica y prodigiosa, amén de tradicional y familiar, bien por entronque, bien por injerto. Nunca he publicado en ella en este diario en años anteriores y por nada quisiera ser causa de disparidad de criterios y aún menos de antagonismo alguno en ninguna cena familiar.
Al primer ímpetu, pensé en irme por lo laico y pagano y escribir de las Saturnales o fiestas romanas dedicadas a Saturno, dios de la agricultura, y celebradas del 17 al 23 de diciembre, así como con el ‘Festival del nacimiento del Sol invicto’ que celebraba el solsticio de invierno en el calendario juliano, normalmente el 25 de diciembre. Y de ahí que se diga que las actuales fiestas navideñas sean confiscación de las paganas romanas hecha a raíz de la conversión al cristianismo del emperador Teodosio. Mas, para qué.
Porque, aun sea por lo saturnal o por lo navideño, quién no viene sintiendo ya desde hace meses un espíritu mágico con tantos pajes que han visitado la provincia con sus multicolores caravanas –cualquiera pone camellos hoy– cargadas de promesas. ¡Hay que ver cómo todos trabajan con promesas!, son como un mejor futuro, pero virtual o artificial.
Si por celebrar ya celebramos hasta el día de los santos inocentes, que es por lo que, me da, nos tienen algunos con mando en plaza, pueblo y comunidad. Yo no sé a ustedes, pero a mí que, a mediados de mes, terminando el otoño, el presidente Mañueco y el alcalde Diez se descuelguen diciendo que han firmado «un acuerdo ‘pionero’ para velar por el buen estado de los colegios públicos de León» me parece de un inmerecido descaro. Más, cuando cada curso son noticias los estados en que se encuentran nuestros colegios públicos de su responsabilidad. ¿Hará falta recordarles desde cuándo es su responsabilidad «el buen estado de los colegios públicos»? ¿Desde cuándo son responsables de su deterioro si no abandono? ¿Pero no se les cae la cara de vergüenza? ¡Cínico y pionero descaro!
Extremo lógico lo de Extremadura. Qué esperar del PSOE con ese candidato, Miguel Ángel Gallardo, al que, aun presumiéndole la inocencia en el caso ‘David Sánchez’, no se le puede disculpar la maniobra de ordeno y mando de hacer renunciar a cinco compañeros para poder él aforarse en la Asamblea de la comunidad autónoma y ahora seguirá. Como llueve poco, a escupir para arriba. ¡Ay democracias internas! ¡Ay pioneros descaros!
¡Salud!, y buena semana hagamos.