Falsas alarmas

Como si no tuviéramos ya bastante con las verdaderas, todavía hay a gente que le quedan ganas de hacer chistes con todo el tema de los atentados y las amenazas de bomba… Cuando me enteré del último atentado en Bruselas se me erizaron todos los pelos del cuerpo. Más que nada porque una de las bombas estalló en el metro, algo que me da auténtico terror sólo de pensarlo. No es que le dé menos importancia al de París, –en una terraza o en una sala de conciertos– o al último en Pakistán, en un parque público, pero un transporte como el metro es algo que utilizo todos los días de manera prácticamente obligatoria. Es uno de esos malos pensamientos que se te cruzan por la mente mientras compartes vagón con una multitud de personas como si fuéramos sardinas en lata. «¿Y si ahora pusieran una bomba? No se libraba nadie».

Pues bien, justo el mismo día que me dio a mí por cavilar este tipo de cosas, leo en Twitter que han tenido que desalojar todas las líneas de metro de Madrid por un error informático. Resulta que estaban realizando un simulacro interno para comprobar el correcto funcionamiento de los protocolos de emergencia pero hicieron saltar las alarmas en todos los vagones. ¡Imaginaos el caos! Avalanchas, gente que pierde sus móviles por el camino, que le dan ataques de ansiedad… Y todo por un ‘error’. Y esto al fin y al cabo todavía se puede perdonar porque errar es humano, pero los que no tienen perdón son los malnacidos que no tienen otra cosa mejor que hacer que dedicarse a divulgar falsas alarmas de amenazas de bomba, como la que provocó el desalojo de los juzgados de León. Y no hablemos ya del gracioso que secuestró un avión egipcio llevando un cinturón de explosivos falso. ¿El motivo? Quería ver a su exmujer. Hay que ser imbécil. Y mientras la gente sudando la gota gorda…

En fin, que ganas de hacer sufrir al prójimo sin necesidad, como si no pasáramos ya suficientes angustias. Y qué decir de esa gente con tanta cultura y corazón que el mismo día del atentado se queja a cara descubierta en redes sociales porque cancelan ‘Mujeres Hombres y Viceversa’. Qué pena.