Hace unos días, en la oficina, vino una mujer y me comentó que en el informe médico que le dieron a su madre tras acudir a urgencias de psiquiatría, además de describir las patologías que sufría, también mencionaban la etnia a la que pertenecía, en este caso, gitana.
Esta práctica es bastante común. A la vista, puede parecer neutra y que no incumple ninguna norma, sin embargo, es discriminatoria y contraria a derecho.
Al igual que el género o la religión, la etnia es un dato especialmente protegido que, según la normativa de protección de datos, solo puede revelarse si se cuenta con la autorización de la persona y esa publicación tiene relevancia. Esto es así porque se intenta salvaguardar la esfera más íntima del individuo, ya que son características por las cuales una persona puede verse discriminada.
Al mediar con el profesional médico para que el informe fuera rectificado y se eliminara esa apreciación, éste argumentaba que sí era pertinente indicar la etnia. Esta conducta la justificaba en el supuesto «síndrome cultural», lo que viene siendo una enfermedad que afecta única o especialmente a las personas pertenecientes a determinada cultura.
Este término médico es cierto, pero a día de hoy está superado y se reduce a grupos acotados y muy específicos relacionados con una zona geográfica y una cultura determinada; requisitos que no se dan ni en España, ni con personas de etnia gitana.
También, lo argumentaba a través de la posible respuesta diferente que se puede dar por parte del metabolismo al tomar una medicación, es decir, que haga un efecto diferente en personas de esta etnia. Este argumento tampoco es válido, porque no existe ninguna evidencia de que el organismo de esta mujer, por el hecho de ser romaní, funcione de una manera diferente.
Esta mención, además de atacar a la protección de datos, también daña a la igualdad, dado que tras ella se esconde una serie de prejuicios y estereotipos erróneos. Al admitir que la mención de la etnia en los informes médicos es relevante por el síndrome cultural, se está englobando a todos los gitanos en una misma línea cultural homogénea, cuando no es así.
Finalmente, ese informe fue modificado.