Angel Suárez 2024

Así está el patio

06/12/2025
 Actualizado a 06/12/2025
Guardar

Siempre me ha parecido que lo de la educación afectivo sexual en los colegios era una especie de aberración a caballo entre el adoctrinamiento ideológico y la corrupción de menores. Sin embargo, a la luz de las últimas noticias creo que puede ser un buen instrumento para impartir en las sedes de los partidos de izquierda. Adaptando el material educativo que se ha venido utilizando con tanto éxito en esos niños que hoy componen y hacen proliferar las famosas manadas, podría enseñarse a los varones del PSOE y de Sumar que el hombre puede tener relaciones íntimas sin necesidad de pagar ni acosar a nadie. Porque lo cierto es que muy pocos de estos adalides del feminismo parecen tenerlo claro, y como además los aparatos de sus partidos tienden a tapar los acosos, las pobres charos ya no tienen donde meterse. Si salen a la calle, miles de violadores y maníacos sexuales excarcelados por Irene Montero, y miríadas de sarracenos ilegales acogidos por el Gobierno, las persiguen sin descanso. Si se refugian en la sede del partido, emerge de cualquier rincón un Salazar, un Antonio Moreno o un Íñigo Errejón y no hay fiscal que los pare. En fin, un sinvivir.

Tan mal está el panorama, que Ábalos se ha convertido en el paladín de la elegancia de la nueva izquierda. En lugar de bajarse la bragueta y hacer gestos obscenos, como el Director de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el exministro y Secretario de Organización les ponía un piso, les daba un puesto en el Ministerio –de los que no requieren ir a trabajar, claro– y dedicaba lo que obtenía de sus coimas y sobornos a comprarles pedruscos de primera. Eso sí que es ser un señor como los de antes y saber tratar a las mujeres, no como esos cutres del PP que sólo por invitar a una cena ya se creen con derecho a todo.

Pedro Sánchez está por encima de estas cosas mundanas, el «profundamente enamorado» es hombre de una sola mujer, y no de cualquiera, sino de una que renunció a heredar el lucrativo holding de putiferios de su familia y decidió abrirse camino en el mucho más elegante negocio del tráfico de influencias. Esperemos que no la enchironen demasiado pronto y se vea obligado a decir, como de Ábalos, que Begoña era «una gran desconocida para él».

Lo más leído