05/04/2023
 Actualizado a 05/04/2023
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Una de mis mayores preocupaciones era llegar a tiempo para sentarme en el sofá y poner la tele. No había muchas posibilidades –intenta explicarles hoy a los guajes que solo había dos canales– pero, la verdad, tampoco hacía falta. Y cuando aparecía el tren y empezaba a escucharse esa pegadiza sintonía que solo decía «Naaa, na, na; nanana, naaa, na, na…», nada más importaba…

Mi generación creció con aquel entrañable erizo rosa gigante –medía metro ochenta– que supo ganarse a los niños de la época –con la inestimable colaboración de Don Pimpón; Chema; el panadero; Julián, el quiosquero; Epi y Blas, Coco; Gustavo, el reportero más dicharachero; Triki, el monstruo de las galletas; Ruth, Roberto Susana… y tantos otros–… Y con el que vivimos un montón de aventuras en las que, además, sin querer, interiorizamos no pocos valores. Y con el que tanto disfrutamos. Y al que nunca olvidaremos, ni que decir tiene, por mucho que pase el tiempo…

Cuarenta años se cumplieron ayer desde que, el 4 de abril de 1983, Espinete apareció por primera vez en ‘Barrio Sésamo’, sustituyendo a la Gallina Caponata. Vivía en una caseta verde y pudimos verlo caracterizado de gran jefe indio, con el bañador puesto para sus vacaciones, o con un delantal…; y con el pijama para irse a dormir, claro. Le dio vida la actriz Chelo Vivares, y fue el gran protagonista de ‘Barrio Sésamo’ hasta 1988. No hace falta que te diga que eran otros tiempos, y que poco tienen que ver los programas infantiles –la televisión en general– de aquella época con la de hoy en día; y no solo por la tecnología sino, sobre todo, por la propia sociedad –y la forma de entender la vida– de entonces y de ahora.

Una buena manera de conmemorar la efeméride es volver a ver, si no episodios completos, al menos alguno de sus fragmentos. Déjame que te sugiera aquel –a mí me gusta mucho– en el que Espinete cantaba: «Tengo pinchos en la espalda / pero por delante no / para que cuando te abrace / no te pinche el corazón».
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