
Esa otra luz
25/01/2022
Actualizado a
25/01/2022
Comentarios
Guardar
A veces hay una luz, aunque su precio siempre sea caro… incluso cuando no se cotiza en kilowatios hora ni en euros. A veces hay una luz de esperanza. Desde el pesimismo de la huella de una energía muerta y desde esa cárcel del recibo a la que nos sometemos aceptando una culpabilidad que no tenemos, aparece una ventana que tal vez, solo tal vez, en un hipotético puede…solucionaría la necesidad social de ponernos las pilas cada mañana. Las comunidades energéticas empiezan a ser escuchadas, después de años hablando en alto. Y parece posible nutrirse a base de otra dieta de electricidad. De nuevo,darse la mano es la clave. Lo es en todo, y el gesto se percibe tan fácil que muchas veces se convierte en imposible. Pero ahora el tener que, es poder. Porque no podemos soportar más el dictado del mañana. Otro récord. Un escándalo. La pesadilla de mi abuela es el cobro de la luz, no la de la esperanza, que esa no cotiza en bolsa, por ahora. Cada vez que estrena un mes, vive a oscuras un par de días, por si ese esfuerzo se nota en el cómputo global que ha ido cuidando reduciendo el ejercicio de las lavadoras y cocinando en ollas industriales para mermar el uso de la vitro. No se ha planteado que la suma de su tejado a una placa encantada de ponerse morena con los rayos de sol podría dejar de lado sus miedos. Es cruel que tiemble por un recibo. Su miedo por una tarifa que no respeta ni quién es ni su forma de vida. Por eso dejar que entre el aire a algo nuevo se convierte en necesario. Ponferrada lo hará el colegio de la Borreca, uniendo educación y energía en un mismo tejado, y paliando, al tiempo, lo que la vulnerabilidad deja en su camino.Treinta familias tendrán luz gracias a esa comunidad de energía, un símbolo inicial que abre camino a un nuevo concepto, el que no está guiado por una gran empresa, sino por uno mismo. Tal vez aún se pueda...
Lo más leído