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Enciclopedia vs. Google

23/02/2023
 Actualizado a 23/02/2023
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Discutir ya no es lo que era. Hasta hace poco más de una década, cualquier charleta podía derivar en un debate de horas sobre si Astorga supera o no en habitantes a La Bañeza, cuántas medallas ganó España en Barcelona 92 o qué películas se han llevado más Premios Óscar. Al menos en esta provincia en que no somos demasiado de darnos la razón, la riña solía terminar con un «lo buscaré en la enciclopedia y verás», emplazándose así a un segundo asalto. Por contra, lo más frecuente en la actualidad es tirar de Google y zanjar en segundos nuestras dudas sobre las hectáreas de concentración parcelaria en Los Oteros, los años que vive una tortuga o solo Dios sabe qué.

Con lo de ya no es lo que era no quiero decir que haya perdido su gracia, tampoco que se aumente la calidad del debate, simplemente eso: que discutir es diferente. A menudo, todos asumimos una dicotomía demasiado rígida ante cualquier forma de progreso. Vamos, que lo de usar tanto el móvil es o mejor o peor que lo que en un pasado fue costumbre. ‘Antes vs. Ahora’. Una simplificación que se traslada igualmente a las nuevas metodologías docentes, los periódicos digitales, el ChatGPT… Incluso, vemos ejemplos cada día, a novedades legislativas que son positivas en sí pero que degeneran hasta convertirse en un simple meme.

Lo que la teoría presenta como obvio, la práctica suele volverlo enrevesado: cualquier progreso, especialmente el tecnológico, no es más que lo que con él hagamos. Es decir, el ‘smartphone’ puede servir lo mismo para una videollamada con los abuelos que para guasapear como un cretino en plena comida familiar. La hiperconectividad abre a la vez las puertas a la mayor fuente de saber de la historia de la humanidad que empantana en vídeos de TikTok, personajes tan grotescos como ‘ElXokas’ o cotilleos sobre la ‘instagrammer’ de turno.

La forma de comunicarnos, ir de viaje, comprar, buscar empleo y hasta de ligar ha cambiado para siempre con la tecnología y la nostalgia no nos redimirá de ello. En nuestra mano seguirá estando el convertir el progreso en un arma de construcción masiva. Hasta entonces, más información seguirá sin ser sinónimo de más conocimiento. Y, si crees que no, cuando quieras lo discutimos. Buscando respuestas en la enciclopedia, en Google o, mejor todavía, en nosotros mismos.
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