Emprendedor es quien a partir de una idea innovadora saca adelante un proyecto en el que cree buscando la manera de rentabilizarlo y asumiendo los riesgos que de ello se deriven.
Una autoridad académica, don Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pennsylvania, escribió: «Salir a protestar por la España vacía es como salir a protestar porque hace frío».
¡Vaya!, poco ánimo nos da este ilustre docente, pero lo grave es que la dificultad de emprender en las zonas vaciadas es común a toda la región leonesa.
Máxime cuando me llega la triste noticia del cierre del Villamor de Riello, (Mar&Toche), o la clausura de la panadería de Senra, ya que cada negocio que se cierra en el medio rural es un tiro en la línea de flotación de estos pequeños núcleos urbanos, puesto que no se abre ninguno.
Los negocios del rural deberían estar exentos de impuestos, sí, la farmacia, la panadería o el carpintero…, ¡el bar incluido!, ya que un pueblo sin bar, perdón por el improperio, es como un jardín sin flores. El bar del pueblo debería ser considerado un BIC, por ser consulta veterinaria, escuela de fútbol o canal de noticias. ¿O dónde creen los capitalinos que se socializa en los pueblos? Antaño se hacía a la salida de los actos religiosos…, reducidos a celebrar funerales.
Pero lo difícil podría ser emprender en La Cueta, Babia, el pueblo más alto de la provincia, a 1442 metros, por el que en coche no se puede pasar, no, hay que ir. Si bien, a 1536 metros está el hostal-bar-restaurante en la Collada de Aralla.
Conclusión: tenemos que ir a La Cueta, y degustar lo que haya cocinado doña Estrella Morán, puesto que será la mejor aportación a su continuidad. Es solo un ejemplo, ya que deberíamos salir y disfrutar del paisaje, del paisanaje y de las viandas de tantas cuantas «estrellas» existan en nuestros pueblos. Salud.