Como antiguo alumno de la Universidad de Navarra, recibo ‘Nuestro tiempo’, una revista de calidad elaborada en gran parte por estudiantes. Y leo el artículo ‘Elogio de los clásicos’, donde se recoge nueve recomendaciones literarias de profesores del Programa de Grandes Libros del Instituto Core Curriculum de la Universidad, una serie de asignaturas que se imparten en todas las carreras para ampliar la formación humanística a partir de la lectura recomendada de libros clásicos en clases de seminario.
Javier Navascués recomienda ‘Anécdotas del destino’, de Isak Dinesen. «Ama la vida y eso se refleja en la ironía de sus relatos. Los cuentos de Dinesen revelan una gran sabiduría sobre la experiencia humana».
Alvaro Sánchez Ostiz recomienda ‘La Odisea’, de Homero. «El sustrato legendario está ensamblado en una narrativa no lineal –veinte años de historia encapsulada en cuarenta días de acción– y sirve a un plan más ambicioso: una narración sobre la existencia humana como viaje».
José María Torralba recomienda ‘La rebelión de las masas’, de José Ortega y Gasset. «La lectura de Ortega ayudaría a comprender que el igualitarismo no nos beneficia como sociedad. Lo decisivo es que quienes más han recibido sean agradecidos y tomen conciencia del deber que tienen de exigirse más para aportar al bien común».
Pilar Zambrano recomienda ‘Un mundo felix’, de Aldous Huxley. «Las diferentes manifestaciones de la cultura contemporánea, desde la literatura hasta el cine y las redes sociales, proponen ideales muy parecidos a los que describe Huxley: una vida cuyo sentido es la maximización del placer y la minimización del dolor».
María Guibert recomienda las ‘Confesiones’, de Agustín de Hipona. “Este «ibro es una invitación a la búsqueda y una respuesta al oráculo défico, ‘Conócete a ti mismo’. San Agustín nos muestra que encontrar el sentido de nuestra vida no solo es un ejercicio intelectual, sino que implica todo nuestro ser».