23/06/2023
 Actualizado a 23/06/2023
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Se acercan las notas, los finales de curso, las graduaciones…en definitiva, los cambios. Estos días miles de niños y jóvenes gradúan o terminan curso, algunos con mejores notas que otros.

Podría afirmar, o al menos desde mi punto de vista, que mi vida académica ha sido una de las etapas que recuerdo con mayor asiduidad y cariño, exactamente los años de instituto. Por un lado, lo achaco a que ha ocupado una inmensa cantidad del tiempo, pasábamos casi más tiempo en el instituto que en casa, y por otro lado, porque esos años eran cruciales para nuestro desarrollo vital.

Al terminar la primaria, muchos de mis compañeros estaban impacientes por dejar el colegio e ir al instituto a hacerse los mayores; sin embargo, yo estaba ‘acojoná’. Todas esas historias que rondaban por ahí sobre lo difícil que era, la caña que nos iban a meter, los repetidores con sus peripecias…

Realmente, ¿qué pasó? Que me desafié y conseguí metas que creía imposibles. Que me quedó grabado en la mente que ‘absorber’ se escribía con dos ‘b’. Que el último año, cuando lo único que tenía en la mente era qué iba a estudiar, de repente, me enamoré; y por supuesto, que me reí, y mucho, ¿a cuántos no os ha dado un ataque de risa que no puedes controlar en medio de clase por la más mínima tontería?, ¿cuántas caídas de tus amigas recuerdas a días de hoy entre carcajadas?
Personalmente, estoy muy orgullosa de haber estudiado en el IES Valles del Luna, un instituto rural, con un buen nivel académico por el que han pasado decenas de generaciones. Como en todos los centros, hay profesores de diferentes perfiles, pero la verdad que el equipo docente que nos tocó, sobre todo en los últimos años, fue de 10.

Hace unos meses, uno de esos profesores que marcaron mi trayectoria contactó conmigo porque necesitaba un asesoramiento jurídico. ¡No os podéis ni imaginar la ilusión y satisfacción que me dio que confiara y se acordara de mí! Es una suerte el poder seguir teniendo contacto con aquellas personas que te motivaron y te enseñaron más que el temario.

Espero que todos los adolescentes sepan apreciar esos maravillosos años para que el día de mañana, solamente se les esboce una sonrisa al recordarlos.
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