El ‘letal’ cóctel McGyver

Falta glamour en la mezcla del conocido como‘cóctel McGyver’ para llegar a considerarlo un arma letal. Pero como no está la cosa para bromas (Mariano Rajoy dixit) al que le dio por cambiar el chicle por aguafuerte y papel Albal para zanjar una rabieta contra un albergue de peregrinos en Villafranca le pueden caer seis años y medio de prisión.Tal vez el susto que metió su explosivo con nombre de bebida eróica lo merece, pero el cóctel se quedó en un pedo dentro de una botella que convirtió su gas en estruendo y en un mayúsculo salto de vísceras para los propietarios de los oídos que tuvieron que soportarlo. Queda claro que de juego de niños a delito no hay más que cruzar una acera de años. Solo cambia en unas esposas de verdad, en unas vistas ante el juez y en una pena, que puede llevar aparejada barrotes. Y a ver cómo le explicas a los compañeros de celda que estás recluido por resolver un enfado dando forma a una chiquillada. «Me echaron del albergue y les puse una bomba de las que hacía MacGyver, pero sin chicle. Les saltaron las pulsaciones hasta el infarto y a mí se me saltaron las lágrimas y unas gotitas de pis de la risa». No es un argumento para una película de vendettas ni para un capítulo de los Simpson, pero en un mundo donde se premian las cuentas en B, las corruptelas en X y donde los sospechosos por asesinato no son pillados hasta la segunda, puede que considerar delitode tenencia de explosivos fabricar un globo ruidoso sea un poco exagerado.