Volar del nido

Más allá de las oportunidades laborales, que quizá no abunden pero sí existen si se saben buscar u ofrecer, el acceso a la vivienda es poco menos que una misión imposible para los jóvenes que quieren iniciar su propio proyecto de vida

10/09/2023
 Actualizado a 10/09/2023

Si hay un objetivo que han de tener sobre la mesa en todo momento las administraciones públicas es el de adaptarse a las necesidades de la sociedad a la que dicen representar. Y en una tierra como la nuestra, con una población menguante y envejecida, ayudar y retener a los cada vez más escasos jóvenes se convierte en una de esas necesidades. Y no una más, sino una de las más importantes si no queremos acabar sucumbiendo a la desertificación. Más allá de las oportunidades laborales, que quizá no abunden pero sí existen si se saben buscar u ofrecer, lo cierto es que el acceso a la vivienda se convierte en poco menos que una misión imposible para quienes quieren iniciar su proyecto vital tras volar del nido de sus padres.

Con los tipos de interés de las hipotecas y los alquileres por las nubes, los sueldos que habitualmente perciben nuestros jóvenes –en un mercado laboral fagocitado en buena medida por el sector servicios– hacen que el fin de mes llegue en la primera semana, por lo que muchos renuncian a emanciparse o empiezan a pensar en hacer las maletas. Es en este escenario en el que cobran relevancia iniciativas como las viviendas colaborativas que está promoviendo la Junta. Serán 100 en León y 20 en Ponferrada y tendrán unos alquileres asequibles para esos jóvenes que buscan un techo bajo el que montar su vida sin abandonar su tierra. Quizá hagan falta más, pero bien está ir abriendo camino para atender una de esas necesidades que mencionábamos al inicio. 

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