Un poco de cordura

Ha tenido que ser una federación particular que aglutina a la juntas vecinales de la zona la que plante cara a la administración por el sindiós de la Variante de Pajares

Nadie se refirió a la catástrofe medioambiental que había supuesto la ejecución de un túnel
16/05/2023
Cuando se realizó el primer viaje en pruebas de un tren por el túnel de la Variante de Pajares, sobraron políticos metiendo codo para salir en las fotos. Sobraron, y siguen sobrando, a los dos lados el puerto, pues aquello era una felicitación colectiva que más hacía pensar en mítines que la certificación de una obra por la que la inmensa mayoría de los que han asumido alguna responsabilidad relacionada a lo largo de los últimos años, desde ingenieros hasta políticos, tendrían que avergonzarse más que posar para las fotografías. Sus sonrisas, sus declaraciones, sus promesas, su plazos eternamente alargados, sus presupuestos eternamente ampliados, no sirvieron en cambio para que nadie se refiriese a la catástrofe medioambiental que, en especial para los pueblos de la vertiente leonesa, había supuesto la ejecución de un túnel que, según los rimbombantes anuncios, era la mayor obra de la ingeniera civil europea en un montón de años. Ni siquiera se plantearon reivindicar. Ni siquiera pensaron en exigir justicia. Ha tenido que ser la federación de entidades locales menores, con el apoyo de la Junta, la que ha alzado la voz y ha terminado consiguiendo la victoria.

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