La situación de Feve es ya un insulto a los leoneses

Hace algo menos de un mes, decíamos en estas líneas que lo de Feve no daba más de sí. Y no porque nos vayamos a rendir, sino porque ya no caben más excusas –o mentiras– como las que llevamos escuchando más de trece años. Pues ha dado más de sí con el reconocimiento de que el problema puede estar más en el dinero que en las cuestiones técnicas que tantos ríos de tinta han hecho correr durante todo este tiempo con normativas de seguridad y regulaciones novedosas que hacían muy difícil culminar la integración de la línea entre La Asunción y Padre Isla. Tres autobuses eléctricos cuestan un millón de euros y los trenes-tranvía multiplicarían por veinte la inversión. Acabáramos. Entre broma y broma –de mal gusto, por supuesto– la verdad asoma. Se acabaron las tonterías. El Ministerio de Transportes debe clarificar de inmediato –hoy mejor que mañana– sus intenciones sobre el tramo urbano de la línea y recordar las multimillonarias inversiones que hace en otras comunidades vecinas. Además, debe solventar los despropósitos en el servicio diario para poner fin a una situación que es ya un insulto a los leoneses.