Ponía a prueba todos los eufemismo posibles. Si alguien se quitaba la vida se daban todas las vueltas imaginables para no decir que se había suicidado. Así nos lo enseñaban a los periodistas en las facultades, argumentando que era mejor no informar de una determinada muerte si se tenía el conocimiento de que había sido un suicidio, porque algún teórico de la comunicación social había llegado a la conclusión de que publicarlo tenía un efecto llamada, que iba a haber una oleada de suicidios cuando la gente que estuviera pensándoselo se diera cuenta de que en la misma situación vivían otras muchas personas. El tiempo ha demostrado que la teoría era errónea, porque no se publicaban los suicidios y, tras la pandemia, el número de ellos se ha disparado. En la provincia de León son 455 los intentos que se han registrado sólo en lo que va de año, es decir, el doble que el mismo periodo anterior a que el corovarirus trastocara los pilares de la sociedad a todos los niveles. El domingo se celebra el día de su prevención y la sociedad no puede dilatar ya este debate, que es un drama cada vez mayor y en el que no puede haber lugar al silencio.
Se acabó el silencio
Durante demasiado tiempo la sociedad ha tenido miedo a hablar del suicidio, pero la evidencia de las cifras demuestra que el problema se debe afrontar sin esperas
08/09/2023
Actualizado a
08/09/2023
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