La paradoja de la especialidad invisible

Catorce años después de la puesta en marcha de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, más de 700 profesionales en Castilla y León continúan sin una categoría reconocida ni plazas específicas

06/11/2025
 Actualizado a 06/11/2025

Catorce años después de su creación, la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en Castilla y León sigue atrapada en un limbo administrativo. Más de 700 profesionales formados carecen aún de plazas específicas, condenados a ejercer como generalistas pese a su preparación y a la inversión pública que su formación supone. Mientras el Ministerio de Sanidad prometía reconocer la categoría antes de 2023, la realidad es un inmovilismo que roza el desprecio institucional. El reciente concurso de traslados de Sacyl ha terminado de agravar la situación: las supuestas plazas ‘reservadas’ se han diluido en la burocracia y los especialistas podrían perder sus puestos. A ello se suma la contradicción de seguir formando residentes sin una salida laboral clara, un auténtico despilfarro de recursos y talento. Ni Castilla y León ni León pueden permitirse despreciar a quienes sostienen la atención primaria. Reconocer a las enfermeras especialistas no es un gesto, es una necesidad urgente para garantizar una sanidad pública de calidad y con futuro.

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