La reciente tragedia en la mina de Cerredo ha vuelto a poner en evidencia una dolorosa realidad: la mina no ha cerrado sus cuentas con la provincia de León. Aunque el empleo en el sector ha menguado y la actividad económica que generaba en su día es simplemente un recuerdo, consecuencias de la misma como el accidente del pasado 31 de marzo o las que se ven años después para aquellos que consiguen salir de ella como la silicosis siguen golpeando con fuerza. Así lo demuestran los 50 nuevos casos detectados en 2023, la cifra más alta del país, en una tendencia al alza que tiene que ver con la manipulación de piedras para la fabricación de cocinas y baños. Sin embargo en León ese gran número responde a los trabajadores jubilados que hoy pagan las consecuencias de un pasado sin protección adecuada. Con todo esto, en Asturias se utilizan a los cinco fallecidos leoneses para hacer política. Cabe preguntarse si sería igual si los mineros hubieran sido de unos kilómetros más al norte. Por el momento, lo único que queda es el dolor de las familias y de los mineros, que pagan las consecuencias de una faena más que dura.
A León solo le queda lo peor de la minería
Los accidentes o las repercusiones para la salud en forma de una silicosis que vuelve a estar de actualidad deja claro que con las minas desmanteladas y su beneficio económico desaparecido, solo queda lo malo
17/04/2025
Actualizado a
17/04/2025
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