El puente de diciembre vuelve a poner a León en el mapa, y esta vez con una intensidad que roza la euforia. Los hoteles de la capital están prácticamente completos, síntoma de que la ciudad consolida su atractivo en uno de los fines de semana más potentes del año para el sector turístico. No ocurre lo mismo en el medio rural, donde las previsiones son más cautas y la dependencia de las reservas de última hora se convierte en un ejercicio obligado de fe económica. La apertura de la temporada de esquí en San Isidro, el magnetismo del Purple Weekend, la irresistible llamada de la gastronomía leonesa y el ambiente navideño que ya lo impregna todo conforman un cóctel difícil de rechazar. Incluso la DGT anticipa 76.000 desplazamientos, prueba de que la provincia será un polo de movimiento. Con estas perspectivas, León afronta el puente con un optimismo que invita a la reflexión: cuando se articulan oferta cultural, naturaleza y tradición, la provincia demuestra que puede competir –y brillar– en el saturado mercado del turismo invernal.Faltaría que las buenas noticias llegaran también a los pueblos y, sobre todo, al Bierzo, que pese a su atractivo siempre y en especial en esta época se queda atrás en cuanto a reservas
León se asoma al puente con ambición turística
Una ocupación casi completa confirma el tirón de la capital mientras el medio rural espera el empujón final de las reservas de última hora y el Bierzo, pese a su oferta y su atractivo en esta época, se queda atrás
05/12/2025
Actualizado a
05/12/2025
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