La integración de Feve, un despropósito sin fin

Lo que hace un año era un corredor verde ahora es un autobús eléctrico que sería temporal, como si no supiéramos por estas tierras que lo que se implanta como provisional acaba siendo definitivo

20/10/2025
 Actualizado a 20/10/2025

No es la primera vez –ni por desgracia será la última– que analizamos en estas líneas el despropósito absoluto que ha supuesto la gestión del proyecto de integración de la línea de Feve en su acceso al centro de la ciudad de León durante los últimos catorce años y con los dos grandes partidos al frente del Gobierno de España. No fueron los de ahora los que recortaron y desguazaron el proyecto, es cierto, pero sí los que se comprometieron una y otra vez a concluir la parte que sobrevivió. Hasta tal punto fue así que proclamaban a los cuatro vientos que ya se habían comprado los trenes-tranvía y que la normativa recibiría el visto bueno definitivo en cuanto finalizase su fabricación. Todo acabó siendo un embuste que dio paso a la recuperación de alternativas perennes, como el corredor verde planteado hace poco más de un año por el número dos de Óscar Puente en una entrevista concedida a La Nueva Crónica, o temporales, como un autobús eléctrico que recorra la traza tanviaria. Como si no supiéramos ya por estas tierras que lo que se implanta como provisional acaba siendo definitivo.

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