Para algunos de los que fueron protagonistas de la actualidad de la provincia leonesa durante la década de los noventa, cada intervención de la Unidad Militar de Emergencias les supone inevitablemente un recuerdo de José Antonio Alonso. El que fuera mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero durante su etapa universitaria primero y durante su etapa como presidente del Gobierno después tuvo que soportar las críticas de una buena parte de la opinión pública española cuando anunció la creación de una unidad dentro de la estructura del Ejército que en lugar de estar destinada a la defensa (ni al ataque, por suerte) de los intereses de la nación iba a estar destinada a cuidar de los españoles en casos de tragedias o emergencias extremas. Muchos no entendieron entonces la necesidad de velar por el cuidado de lo más básico, o no entendieron que ese cometido se destinara al Ejército, sobre el papel destinado siempre a objetivos más belicosos. 15 años después, la UME se ha convertido no sólo en un referente para la sociedad, sino también en la mejor cara de una estructura militar a la que muchos no lo encuentran demasiado sentido en nuestros días. Por eso, cada intervención de la UME es un éxito de aquel proyecto del que su primer altavoz fue un ministro leonés al que hoy tan sólo esta ciudad dedica una rotonda más.
El origen de la UME
El caos que provocó la borrasca Filomena en la capital de España es la última y más mediática misión de una unidad del Ejército en cuyo nacimiento tuvo mucho que ver León y que hoy se ha convertido en una de sus más valiosas señas de identidad
08/02/2021
Actualizado a
08/02/2021
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