El domingo se vota

Eso de yo no voy a votar porque son todos unos ladrones y no hacen nada, no lo soporto. Muchísima personas dicen que no les gusta la política, que no la entienden y que son ajenos a ella…no entiendo cómo pueden decir eso, si todas las medidas políticas que se adoptan, de una manera u otra nos repercuten a todos.

Hacía tiempo que no vivíamos una situación tan claramente separada en lo que se refiere a partidos políticos, el próximo domingo, aunque haya cuatro opciones para votar, en realidad es A o B, o mejor dicho I o D.

Como ocurre con casi todos los gobiernos progresistas, las legislaturas vienen cargadas de derechos sociales que afectan a la mayoría y ésta no ha sido una excepción. De hecho, es la primera vez que he notado a nivel de ciudadana esas ayudas directas, que en otras ocasiones sabíamos que existían pero no las palpábamos en nuestro día a día.

Aunque soy simpatizante de este gobierno, y ojalá sigan gobernando, no puedo obviar varios «desafortunados traspiés» que han tenido. Es cierto que ha promulgado muchísimas leyes, decretos y acuerdos que han conllevado una conquista de derechos, como la reforma laboral, subida del salario mínimo y las pensiones, bajada del IRPF, ayudas directas; pero no podemos olvidarnos de los grandísimos errores. La ley del ‘solo sí es sí’ les ha crucificado, de hecho, en el debato final, Pedro, salió por la tangente porque no tenía respuesta a las rebajas de condenas y concesiones de libertad. La ley trans tampoco se queda atrás, alberga muchísima inseguridad jurídica y situaciones difíciles de resolver de manera lógica si se pretende seguir sus enunciados; hechos objetivos como son la genética son cuestionados por propias autoidentificaciones que tendrán efectos jurídicos. Por no hablar del IMV… que para este tema ya me reservo una columna más adelante.

Creo que muchos de estos fallos, incongruencias y desviaciones legislativas se han dado por hacer las normas deprisa y corriendo, tras la buena voluntad de dar una pronta respuesta y proteger a las personas. A pesar de ello, es mejor opción ganar derechos, que sí afectan a toda la ciudadanía, aunque se piense que solo se benefician los vulnerables, que perderlos.