Secundino Llorente

El Bachillerato Internacional ‘engrasa’ las ruedas del mundo

06/04/2023
 Actualizado a 06/04/2023
Guardar
Al meterte en el mundo del Bachillerato internacional, la primera pregunta es: ¿En qué consiste este programa para haber revolucionado la educación en todo el mundo en sólo cincuenta años? ¿A qué se debe su éxito? ¿Dónde está su atractivo para la juventud actual? En mi opinión no es una razón puramente académica. El perfil de la comunidad de aprendizaje del Programa del Diploma es la expresión de un amplio abanico de capacidades y responsabilidades humanas que van más allá del éxito académico. Para el Bachillerato Internacional, Educar es sacar lo que llevamos dentro, no programar a las personas para lo que al gobierno de un país le interese. Se trata de sacar el potencial del nuevo ser humano, sin dirigir, adoctrinar ni manipular. La educación es el arma más poderosa para cambiar la situación actual y el mejor antídoto contra todos los conflictos y enfrentamientos sociales. Estamos convencidos de que la educación es capaz de hacer que mejore el mundo: si defendiéramos a las personas por encima de todo, si fuéramos humanistas, «el mundo giraría más dichoso, afortunado, despreocupado, contento, satisfecho y feliz». La educación en valores en la juventud nos blinda para toda la vida, nos arma de recursos para no hundirnos ante las adversidades y protege a la sociedad en general, porque en una sociedad educada en el perdón, la compasión, generosidad y el amor no tienen cabida acciones tan terribles como las que estamos pasando. La educación debería ayudarnos a gestionar nuestras emociones e impulsos, debería serenarnos en lugar de levantarnos en armas, y debería enseñarnos a resolver los conflictos de una manera pacífica y dialogante. Dice el doctor Luis Rojas Marcos, psiquiatra, «que promover el bienestar físico, psicológico y social de los adolescentes es una inversión muy rentable, pues les aporta beneficios inmediatos, cuando sean adultos y también a su descendencia». Educar es la mejor inversión. El objetivo fundamental del Programa del Diploma es «formar personas con mentalidad internacional que contribuyan a crear un mundo mejor y más pacífico». El perfil deseado para los alumnos del BI se resume a unos atributos que les animarán a vivir con el compromiso de ayudar a todos los miembros de la comunidad escolar y a aprender a respetarse a sí mismos, a los demás y al mundo que los rodea. Son estos los rasgos o atributos del alumno IB: ‘Indagadores’: desarrollo de la curiosidad de investigar. ‘Informados e instruidos’: Comprometidos con ideas y cuestiones de importancia local y mundial. ‘Pensadores’: pensamiento crítico para tomar decisiones razonadas y éticas. ‘Buenos comunicadores’: expresarse con seguridad y en diversas lenguas. ‘Íntegros’: asumiendo la responsabilidad de sus actos y sus consecuencias. ‘De mentalidad abierta’: aceptando los distintos puntos de vista. ‘Solidarios’: compromiso de ayudar a los demás y al mundo que los rodea. ‘Audaces’: con ingenio al enfrentarse a cambios y desafíos. ‘Equilibrados’: para lograr el bienestar propio y el de los demás. Y ‘Reflexivos’: Capaces de comprender nuestras fortalezas y debilidades. ¿Hay quien dé más?. Ahora ya vamos empezando a saber responder la pregunta inicial. Los resultados de este programa denotan un elevado nivel de motivación entre el alumnado. Hace unos días, en mi entrevista a Pablo Álvarez, el futuro astronauta leonés, al preguntarle por los rasgos que más puntuaron para su selección, me respondía casi «al pie de la letra» los atributos del perfil IB. La creciente internacionalización de muchos sectores laborales ha transformado los currículos con experiencia internacional en perfiles muy demandados por empresas y universidades. Poseer conocimientos en varios idiomas, tener experiencia en el extranjero o haber recibido una educación con mentalidad internacional son algunos de los aspectos más valorados por las empresas. Esta es la razón por la que el Diploma del Bachillerato Internacional se está convirtiendo en una de las opciones educativas más solicitadas para los jóvenes de 16 a 18 años y que ya se imparte en doscientos colegios en toda España. De acuerdo con la Organización del Bachillerato Internacional, «Cada año, más de 5.000 universidades de más de 100 países y territorios reciben solicitudes de admisión y certificados de calificaciones finales de alumnos del IB». El IB despierta el interés de los jóvenes por su compromiso cívico. Ellos aprenden a desarrollar su inteligencia emocional participando en proyectos y trabajos en equipo que apuestan por desarrollar su conciencia ética. El IB valora la implicación en iniciativas relacionadas con la solidaridad, el respeto y la tolerancia. «Los alumnos muestran un mayor interés por observar y reflexionar acerca del mundo que les rodea y son más conscientes de los desafíos sociales y medioambientales. Al participar de experiencias de aprendizaje estimulantes y relevantes para ellos, los alumnos se sienten muy motivados, y ponen en práctica habilidades de autogestión, investigación, organización, colaboración y comunicación. Todo esto los prepara para dar respuesta a los retos que se les puedan presentar en el futuro, ya sea en el plano personal, en la universidad o en un contexto profesional. Todos los colegios IB tienen la obligación de exponer en la página web del centro su declaración de principios. Animo a los lectores a que las visiten.

La educación IB, además de enseñar Matemáticas o Historia, ‘engrasa’ las ruedas del mundo para que gire más feliz.
Lo más leído