El pasado 5 de diciembre se conocieron las conclusiones del informe Pisa, programa para la evaluación internacional de los estudiantes, en el que han participado países de todo el mundo.
España ha obtenido el peor resultado histórico de nuestro sistema educativo. Eso sí, hay comunidades autónomas mejor posicionadas que otras. Debido a que los criterios y normativas no son uniformes, existen considerables diferencias entre ellas.
La calidad educativa queda en entredicho generando debate. Psicólogos, pedagogos y demás expertos en la materia exponen sus teorías y puntos de vista. Hay que encontrar las causas de tal descalabro y solucionarlo. La deficiente comprensión lectora de los pequeños es un fallo de base. La RAE ha lanzado un aviso a raíz de un estudio reciente sobre este punto. Si aplicamos la lógica, esa que cada vez parece más ausente en la sociedad, mal se puede aprender si no se entiende lo que se lee.
Por otra parte, está la falta de atención en las aulas y la tendencia de los alumnos al mínimo esfuerzo y la inmediatez. Efecto secundario del uso abusivo de pantallas, internet y aplicaciones que permiten el acceso a cualquier cosa con un simple clic. Esto no es nuevo, aunque al fin se ha decidido prohibir los móviles en las aulas como norma general. Medida razonable si se pretende que los alumnos estén presentes en cuerpo y mente durante las clases y asimilen mejor los conocimientos.
También la figura del docente es clave. Por eso es triste y preocupante que los mismos profesores afirmen sentirse cada vez menos relevantes, más desautorizados y perdidos en medio de las cambiantes leyes de educación. Un caos.
Resulta evidente que algo, sea lo que sea, se está gestionando mal.
Pero no es tiempo de lamentarse. Entramos en el período navideño, toca celebrar las fiestas con los seres queridos. Que reine la armonía, la unidad en cada hogar y los buenos propósitos. Ojalá que esa magia siga presente el resto del año, para variar. FELIZ NAVIDAD a todos.