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Discriminación positiva

11/12/2021
 Actualizado a 11/12/2021
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Son indudables las ventajas que ha aportado la discriminación positiva a la hora de corregir ciertas desigualdades. Este concepto tiene su origen en Estados Unidos y surgió para luchar contra la opresión racial sufrida por los negros, pasando a aplicarse posteriormente en más ámbitos. Se fundamenta en combatir la discriminación con discriminación, eso sí, esta última con unos fines y objetivos muy diferentes a los de la primera. El problema está cuando los humanos metemos la mano y corrompemos y pervertimos algo que en su origen busca el bien común, utilizándolo con unos fines ilícitos y favoreciendo lo mismo que pretendía erradicar en su origen.

No es muy políticamente correcto hablar de los peligros del mal uso de la discriminación positiva, ya que inmediatamente te tachan de enemigo de la igualdad, cuando precisamente es todo lo contrario. Buceen un poco por Internet y visiten páginas de entidades que abogan por la discriminación positiva y vean en cuántas de ellas junto a sus bondades, que insisto son muchas y la historia así lo atestigua, también mencionan los peligros de una discriminación positiva orquestada por talibanes del pensamiento único y del supremacismo ideológico. Lamentablemente brillan por su ausencia. Por esta razón, es importante recordar de vez en cuando la cara oscura de esta práctica. Y si les parece, lo hago con un ejemplo actual.

En los ochenta se decidió aplicar la discriminación positiva en el uso del catalán en la educación y de este modo, compensar la situación vivida en décadas anteriores en Cataluña. Hasta ahí todo bien. Lo esperpéntico y totalmente deleznable es que varias décadas después se haya metido en un cajón el adjetivo ‘positiva’, enfrentándonos a una clara y burda discriminación. Eso sí, en sentido contrario. Ahora quien sufre una discriminación denunciable es el castellano. Se podría debatir mucho si lo que marca la ley de que el 75% de las horas lectivas en Cataluña tienen que ser en catalán y el 25% en castellano es justo, pero es que ni se cumple ese porcentaje y quienes tienen que garantizar al menos ese 25% no lo hacen. La última víctima es un menor de Canet de Mar y su familia, que tras pedir algo tan sencillo como que se cumpla la ley han sido acosados.¿Ven a qué escenario nos ha llevado un uso mal intencionado de la discriminación positiva?

En nuestras manos está que esta situación tan dañina no se repita en otras esferas de la sociedad en las que tan de moda está aplicar la discriminación positiva, ya que corremos el riesgo de que salten por los aires los principios de la igualdad.
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