La semana pasada celebramos por quinto año consecutivo el Día del Inversor en Renta 4 con dos mesas de gestores: de renta fija y de renta variable.
En la de la renta fija, se destacó la oportunidad de aprovechar el momento tal y como están los tipos de interés por encima del 4%. Al fin y al cabo, se trata de un préstamo al Estado o a empresas: en el tiempo convenido, te devuelven lo prestado con unos intereses. Al invertir a través de Fondos de Inversión nos aseguramos la diversificación y una buena gestión. Para que nuestro patrimonio crezca es vital tenerlo invertido y ahora encontramos una buena oportunidad la renta fija después de una década de tipos cero. Respecto a los tipos de interés, en EE.UU, debido a su crecimiento y a una inflación al 3.8%, no se espera que bajen en el corto plazo. En Europa, con un crecimiento a la baja –sobre todo en Alemania y Francia– y con una inflación también a la baja, sí se espera que bajen, quizás en junio.
Respecto a la renta variable, se sigue apostando por invertir en «empresas de calidad» en un entorno que lo favorece: crecimiento económico, crecimiento en el beneficio de las empresas, bajadas de tipos de interés y con una inflación moderándose. Si en algún momento del año alguna de estas cuatro circunstancias se deteriora, sería buen momento para invertir mirando siempre al medio y largo plazo, es decir, a tres, cuatro o cinco años vista. En este último, las valoraciones han subido para la inexistencia de recesión –que ni se la espera–, por las subidas de los sectores financieros y por el sector tecnológico (Nvidia); por eso, en EE. UU los precios se sitúan por encima de su media y en Europa en su media. Se habló del sector tecnológico porque gran parte del beneficio de las empresas vienen por ahí, ganando en productividad, siendo algo que todos usamos en nuestro día a día y que va a más y porque siempre surgen nuevos nichos de mercado.