Ando despistado. Debe de ser la inminente primavera, esa misma que está hasta los huevos del ‘Corte Inglés’ y sus campañas estacionales. Porque la primavera la sangre altera, como de todos es sabido; no sólo en lo del ramo de la ingle, que también, sino, sobre todo, en la cantidad extraordinaria de gente que va pal cuadrado en esta época; seguramente, mucha más que en invierno y es que el cuerpo se acostumbra mal a los días más largos, a la subida inesperada de las temperaturas, a los vaivenes de lluvia, frío, calor y vuelta a empezar. También sucede en la política. Eso del ‘otoño caliente’ es un cuento. Lo que de verdad ciega a los políticos es la primavera. Se ven capaces de conquistar el mundo, (o por lo menos un cacho de mundo), y se lanzan como locos a las calles para expresar sus ideas, sus anhelos, sus esperanzas. Lo del 15 de mayo, lógicamente, fue en primavera y siempre dije que fue el mejor intento, en años, ¡que digo!, en siglos, para que la gente normal y corriente saliese de su letargo para, entre muchos, cambiar las cosas. También dije que habría algún listo que instrumentalizaría la cosa para arrimar el ascua a su sardina. Y así fue. Podemos logró lo impensable: hacer creer a todo el mundo que ellos habían sido los iniciadores de la movida y casi todos nos lo creímos. No fue así. Un tumulto como aquel nació de la nada, como todas las cosas buenas; a lo sumo, se inició desde un sentimiento anarquista, pero, gracias sobre todo a los ‘medios’, se nos metió en la mollera que fueron los comunistas de Podemos los que encendieron la mecha de la protesta. Ahora resulta que el tipo que lidera a esta gente no deja de dejar claro a todo dios que, quiera o no, le oye que este país es una mierda, que no le gusta nada de este país, que todos los tópicos de los españoles son ciertos, que cometimos, a lo largo de la historia, toda suerte de sandeces y tropelías. Uno se pregunta cómo se quiere ser presidente de un país al que odias con toda tu alma. ¿Acaso es masoquista el pollo de la coleta? Debe de ser eso, porque sino no se entiende.
Hablando de tópicos... Se ha montado la de Dios es Cristo a cuenta del programa de la televisión vasca en el que unos tipos sacados de las montañas inaccesibles de Euskadi decían delante de una cámara todas los improperios habidos, y por haber, sobre España. Mucha gente se ha rasgado las vestiduras a cuenta de semejantes improperios. No dice uno que estén bien dichos, ni mucho menos, pero me encantaría que reflexionaseis sobre la cantidad enorme de tópicos similares que hemos dicho sobre los vascos en los últimos treinta o cuarenta años. Cientos o miles de chistes muestran a los vascos como estúpidos, alelados, grandones, soberbios o racistas. A lo peor tienen algo de verdad esos chistes, pero no pasan de ser sólo graciosos. Que uno sepa, los vascos se lo han tomado con humor, que es de la única forma que se pueden tomar. No han levantado una frontera, o un muro que está más de moda, en sus límites y siguen bajando todos los fines de semana, porque tienen más guita, a conquistar la Rioja, Castilla, León, Cantabria y el levante en el verano. Los tópicos no pasan de ser eso: tópicos que son graciosos pero que no llevan a ninguna parte.
Os cuento uno, para que os hagáis una idea: Un vasco viene en el tren de Matallana a León con un mono. Lo primero que hace es irse a tomar unos chiquitos al Húmedo. Entra a un bar con el mono y el camarero le informa que debe dejar al animal fuera, porque la ley es muy estricta a la hora de meter bichos en los bares. Sale, ve a una chica de muy ver bien y le dice: «oye, podrías guardarme al mono mientras me tomo un chiquito? Es que no me dejan entrar con él al bar». Ella dice que sí y él entra para adentro . Pasa, en ese momento, una conocida y al verla con el mono le pregunta: «¿Y eso?» La chica la responde: «De un vasco». La amiga, llena de lástima, le dice: «joder, haber abortado». Pues eso. ¿Imagináis ese mismo chiste cambiando al vasco por un andaluz, por un maño o por un leonés? ¡La que se armaría!
Y por último en lo desconcertante, la campaña que ha lanzado un ciudadano anónimo, (supongo que de Madrid o de Cuenca, pero del Real Madrid), para coger firmas y remitirlas a la UEFA para que se repita el partido entre el Barcelona y el PSG. Lleva, por lo leído, recogidas unas ciento veinte mil, a día de hoy. Están los firmantes indignados por la actuación del árbitro alemán en ese partido, en el que según ellos y los voceros oficiales del madridismo, no cesó en beneficiar al Barça. Que esta jugada la hagan los madridistas, no tiene sentido, cree uno. Es lo de ‘va a hablar de puta la Tacones’. No vi el partido, ni falta que me hace. Cuando un equipo gana por 6-1 a su rival, se han debido dar en el cielo todas las condiciones habidas y por haber para hacerlo. Que el equipo contrario jugase al parchís, que el público empujase como nunca y que el árbitro fuese un manta. Esto, como digo,le ha sucedido al Real Madrid miles de veces en su historia y nadie pidió la repetición del encuentro. Es lo mismo que si los yanquis pidiesen la ‘repe’ de la guerra de Viétnam, que no ganaron por culpa de la selva, de los mosquitos y de la lluvia. O lo mismo que si Podemos pidiera la repetición de la elecciones porque en ellas han votados mogollón de gente mayor de cuarenta tacos que lo mejor que podrían hacer es estar muertos por viejunos y retrógados.
Salud y anarquía.

Despiste
16/03/2017
Actualizado a
07/09/2019
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