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Del vertical al Pozo Julia pasando por el Toro de Ruco

03/12/2022
 Actualizado a 03/12/2022
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Se estiró lo bastante para adelantar una muleta que se hallaba encima de un armario de luna. Le costó un poco, bastante, hacerse con ellas. No tardaría en tenerla en su poder, mejor con ambos puntos de apoyo debido a que las caídas corporales fueron a más y su flaqueza al caminar era endeble. Le costó hacerse con la costumbre de las cachas. Sus amigos en un acto de utilidad o amparo incluso iban a buscarlo con el coche a casa dado que éste ya no manejaba bien la conducción. Es más, uno de sus amigos veteranos, con cierto humor, lo llamaba al teléfono con este discurso: «¿A qué hora pasa a buscarlo su chófer?» Sí, para echar la partida en el bar La Torre. Ahora todos los compañeros ya formaban parte de la nómina de ociosos. A él no es que le fuese la vida en ello, pero se dejaba llevar al haber alcanzado felizmente la jubilación. Total, que se dejaba ir.

La amanecida ha entrado en mis pupilas de golpe. Enseguida me percato. De golpe, golpe. Huele a escarcha. Escarcha mezclada con no sé qué. Escarcha y una cuadrilla, la misma de hombres diariamente amistosos. Hombres que por veces cortaban en seco su risa. Hombres que hoy todavía recuerdan.

Y algunas mujeres recordaban a sus ancianas madres, entregadas un poco a la mina y muy mucho a preparar, a atender a los posaderos, a quienes debían atender en sus reducidas casas, yendo a buscar el agua lejos a calderadas. En conversación. Poniendo piezas, remiendos, de diverso color. Algunas mujeres que destacaban por el cultivo a su oficio. Ahí estaban Aurelia, la pescadera con su burro medio flautista dando vueltas por Otero y Fabero; nada distinto hacía Isabel con su carro de madera tirado por, si mal no recuerdo, creo que vacas, repartiendo carbón.

Otras dedicaban su tiempo libre a lavar la ropa a las señoras muy aseñoradas, que eso del agua corriente y las máquinas lavadoras quedaba lejos, bien, bien lejos. Si no que se lo pregunten a Nides la asturiana. El dinero escaseaba, sí. Los tiempos hoy no soy muy diferentes.

¿Y el futuro? ¿Dónde queda el futuro?¿Y el Toro de Ruco? El Toro de Ruco mejor que siga en reposo y posteriormente dejemos que regrese el tiempo de la rosa de Alejandría y una cesta de palabras.
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