17/07/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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En la historia reciente de nuestro país multitud de ‘hombres blancos’ de la política han hablado con ‘lengua de serpiente’. Cuervo Ingenuo nos lo recuerda en ese himno a la coherencia y la verdad que escribió Javier Krahe: «Tú convencer mucha gente. Tú ganar gran elección, ahora tú mandar nación, ahora tú ser presidente. Lo que antes ser muy mal permanecer todo igual y hoy resultar excelente». Un sinfín de programas políticos no cumplidos, de promesas vanas, de engaños certeros, de mentiras impías. Por eso es difícil que los ciudadanos, cuervos ingenuos, queramos «fumar la pipa de la paz con tú, ¡por Manitú!».

Javier Krahe fue el primer artista censurado en la historia de la ‘democracia’ española. En 1986 su satírica canción, Cuervo Ingenuo, criticaba el incumplimiento de Felipe González y su partido de sacar a España de la OTAN. En el famoso concierto junto a Sabina en el teatro Salamanca mientras el pueblo coreaba el lema «hombre blanco hablar con lengua de serpiente», cuando Krahe comenzó a cantar, las cámaras de TVE, deshonrosamente, dejaron de grabar. Cuervo Ingenuo, se preguntaba entre otras cosas, si el PSOE era de verdad socialista y obrero, incluso si era español o también americano. Su canción se convirtió en un himno contra la traición a las ideas y las promesas.

El poderoso Felipe y sus secuaces le persiguieron sin piedad. Como dijo alguna vez: «Fuí a la radio y ví el disco de Marieta con el sello de no radiable. Marieta es una canción inocente y divertida y, que no se pueda radiar…¡qué falsedad, qué mentira todo!».

Felipe se quedó sin la generosa pipa de la paz y fue «condenado» a ser un deshonesto multimillonario más, un ‘Consejero Delegado’ de grandes empresas. Javier Krahe, mientras tanto, fue premiado con una carrera modesta con asiduas actuaciones en repletos garitos de provincia. Este gran premio significó no perder el contacto con la vida, con el pueblo, con su gente. Su recompensa fueron los aplausos generosos, sinceros y militantes de un publico que jamás lo abandonó.

Heterodoxo, veraz, iconoclasta, antiautoritario. Por encima de todo, el último romántico. La educación sentimental de mi generación jamás olvidará los versos de una de sus más bellas canciones: «Nos ocupamos del mar y tenemos dividida la tarea. Ella cuida de las olas, yo vigilo la marea. Es cansado, por eso al llegar la noche ella descansa a mi lado, mis ojos en su costado». Javier nos ocuparemos de tu mar, será cansado, por eso cuando nos llegue la noche, no lo dudes Cuervo Ingenuo, descansaremos a tu lado.
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