12/07/2023
 Actualizado a 12/07/2023
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Sí, créanme, a pesar de mis textos ideologizados, que no ideologizantes –no soy amigo de proselitismo alguno, allá cada cual con su conciencia, actos y consecuencias– mantengo amistad con un número no menor de personas de la derecha política. Y singularizo ‘derecha’ porque todos ellos pertenecen a la derecha democrática, lo que significa, aunque frecuentemente se confunda, algo más elevado que la derecha votante y votada. Y sé esto porque cuando hablamos e incluso discutimos de política les escucho educados, pausados y propios argumentos –no duplicados argumentarios– totalmente acordes con su manera de entender el mundo sea cual sea el ámbito, espacio al que se circunscriba nuestro diálogo. Es decir, sin mentiras, sin insultos, sin intolerancias, sin descalificaciones y sin… Sin esas formas y maneras de los voxistas de hoy tan parecidos si no iguales a otros ‘istas’ del antaño azul oscuro y brillante correaje.

Y sí, créanme, casi nunca llegamos a la asunción por uno u otro de la ajena posición, pero sí muchas veces, después, en soledad con la propia rememoración de lo conversado, recuerda cada cual argumentos del otro no tan dispares o inadmisibles como se consideraron en el transcurso de la discusión y no falta la llamada telefónica o el mensaje que al otro se lo señale. Hay que cuidar la amistad y también esa sabiduría que dicen encierra la propia rectificación.

Y sí, créanme, si los usos y costumbres del Partido Popular se pareciesen a los de las amistades que comento, seguro me abstendría de criticar estos y me ceñiría al amplio campo de las concretas políticas por él llevadas a cabo, hasta ahora, acá, allá y acullá en los varios territorios que gobierna, cogobierna y ha gobernado. Pero, como partido, y salvadas las excepciones personales que conozco o sé, tal parece que de casta le viene al PP, amén de manifestar poca resistencia inmunológica a virus, bacterias y sustancias extrañas a los usos democráticos y perjudiciales para ella, la democracia constitucional.

Y sí, créanme también si les digo que escribo en hora previa al único y privatizado debate admitido por la maquinaria ‘popular’ para exposición de su líder y candidato a la presidencia del gobierno, Feijóo. Data quedará en el correo electrónico de remisión al periódico del presente texto. Tengo mi propio análisis de la realidad y mi propia, aun lenta y poca a veces, memoria y si bien no siempre me sirve para saber dónde y con quien estar, sí me auxilia siempre para saber dónde y con quien no hacerlo.

Buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!
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