Estos leones tan de grial y otras beaterías de segunda acepción, a veces, parecen anclados en los tiempos «cuando hablaban las calabazas» que diría don Miguel de Cervantes. Menos mal que carecemos de puerto de mar y río suficientemente caudaloso, si no, ya bien fondeados y amarrados estarían a los más infalibles norayes con tal de no seguir el curso de los tiempos. Que el estado económico y social de la provincia –minería, agricultura y pequeño comercio e industria incluidas– sea agónico no parece que motive bastante a la autoridad y pretendientes a ella a traer un mejor hacer o, al menos, a abandonar abusos, usos y costumbres que se empeñan en volver intocables tradiciones, con tal ahínco, que se llega uno a extrañar de que anden aún erguidos y sin retornar a vivir en los árboles, hábitat natural que fue de nuestros ancestros. Igual hasta aún son creacionistas. Siempre «hay gente pa tó» y «pa ná», como dejó humanamente consagrado el caló, Divino Calvo, don Rafael Gómez Ortega. Así las cosas, no extraña que, arrobado –por las arrobas usadas en su escrito–, el alcalde de La Pola de Gordón se sintiese picado a publicar para general conocimiento una tribuna, de opinión, explicativa de su inasistencia al acto litúrgico con que la iglesia católica celebra a su Señora –de ella, no del alcalde– del Buen Suceso.
Que a estas bajuras de siglo tan elevado como es el XXI, una autoridad política tenga que andar explicando aún su separación de un acto de carácter religioso y, por tanto, sectario, cuando somos –apetece escribir ‘semos’ por ver si se entera la popular carcundia– un Estado que «garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto…» en el que «ninguna confesión tendrá carácter estatal» (vamos, laico), es, cuando menos, significativo de cuanto hipócrita meapilas anda en cosa tan terrenal y humana como es la política. ¡Tanto!, que recuerdan a Aldoux Huxley afirmando: «cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje» (verbi gratia: «Desde el Grupo Popular entendemos que es una falta de respeto absoluto a nuestra patrona, a nuestras tradiciones y a los gordoneses (nótenselas prioridades), por eso los concejales del Grupo Popular estaremos allí representando a nuestro Ayuntamiento y honrando a nuestra patrona»).
Mientras, el Ayuntamiento capitalino otorga autoría de cartel festivo legal pero «dedocráticamente». Así, cualquiera coge altura en cosas de la cultura. ¿Cómo es?, ¿costumbre o tradición?

¿Costumbre, tradición?
30/09/2015
Actualizado a
18/09/2019
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