Copiar, pegar e inventar

Recuerdo a un compañero de estudios que, cada vez que había que hacer un trabajo de investigación, sacaba de la biblioteca veinte o treinta libros, los ponía encima de la mesa y copiaba de unos y de otros, con la máquina Olivetti, poniendo papel calcante para dejar copias,hasta llenar de cien folios para arriba. Más tarde y por el mismo procedimiento llegó a triunfar en la universidad. Hoy día la cosa es más fácil con Internet y con las impresoras y fotocopiadoras. También es más fácil que te pillen gracias a Google y demás familia. Pero no es mi intención hablar de masters o doctorados.

A veces sale en un medio una noticia, con mayor o menor fundamento, y algunos medios se limitan a copiar y pegar, sin contrastar los hechos, y en pocos minutos puede dar la vuelta al mundo. En el hipotético caso de que fuera mentira la gente puede llegar a verla como una gran verdad. Si a alguno de los intermediarios se le ocurre añadir algo de su cosecha, aunque sea falso, pronto se convierte también en dogma de fe periodístico.

Es el típico caso de un comentario que se hace a la entrada del pueblo y que, cuando llega a la otra parte, ya no se parece en nada al original. En cierta ocasión le dieron a mi madre la noticia de alguien que había muerto en el pueblo de al lado. Cuál no sería la sorpresa que cuando mi madre fue al entierro, la primera persona que la saludó fue el presunto difunto. Quien había muerto era su esposa.

Hace cerca de dos años saltó a la luz un caso de pederastia en la Diócesis de Astorga, unos hechos ocurridos hace más de treinta años. Aunque hayan prescrito, no tienen ninguna justificación. Dado que la misma noticia ha sido difundida una y mil veces en todo el mundo diríase que la Diócesis de Astorga está corrompida. Aun hace pocos días era portada en diarios de alcance nacional. La gestión del Obispo, experto jurista, que se encontró con este problema nada más tomar posesión de la diócesis, no hace aun tres años, ha sido tan ejemplar que la Conferencia Episcopal lo ha nombrado responsable de la Comisión anti pederastia. Pues bien, muchos medios han tenido la desfachatez de presentarlo, escandalizados, como encubridor, cuando ha sido todo lo contrario. La Iglesia tendrá muchos defectos, pero no es tonta. Copiar, pegar e inventar. Y volver a copiar y pegar lo inventado. Y así sucesivamente. Calumnia que algo queda. No hablamos de memoria. Ya sabemos que en el mundo de la información puede haber verdades, mentiras y verdades a medias. Lo malo es cuando son simple y llanamente calumnias.