Secundino Llorente

La comunidad, sobresaliente en Educación, pero con una asignatura pendiente

11/12/2025
 Actualizado a 11/12/2025
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Todo parece indicar que las elecciones a las Cortes de Castilla y León de 2026 se celebrarán el día 15 de marzo. Imagino al presidente Alfonso Fernández Mañueco del PP y al resto de los partidos políticos de la comunidad preparando su dosier de promesas electorales con el único fin conseguir el voto de los ciudadanos. Mis artículos de opinión siempre van enfocados a temas de Educación. En este punto, nuestra comunidad puede seguir sacando pecho. El informe Pisa es un control que se hace cada tres años a los sistemas educativos del mundo. En el último, en diciembre de 2024, han participado 80 países y han sido evaluados 690.000 estudiantes de entre 15 y 16 años en Matemáticas, Ciencias y Lectura. 30.800 de estos alumnos eran españoles. Los resultados han colocado a cada uno en el lugar que le corresponde, con alabanzas para los mejores y con la vergüenza para los últimos. Castilla y León (CyL) ha tenido la mejor nota de España. Los datos del Informe Pisa la sitúan como líder nacional en Matemáticas (499), Lectura (498) y Ciencias (506). Para valorar este excelente éxito tenemos que pensar que, según los expertos, «20 puntos en el informe Pisa equivalen a un curso escolar». Así, en ‘Matemáticas’, la media española (473) está a más de un curso por debajo de (CyL). Los niños de Andalucía (457) van con dos cursos de retraso, los de Cataluña (469) uno y medio, y Valencia (473) un curso. En ‘Ciencias’ pasa igual, la media española con 474 lleva un curso y medio de retraso con CyL. Y en ‘Lectura’, más de lo mismo, la media española con 474 está a más de un año de distancia. Con estos datos tenemos todo el derecho a presumir. «“Si Castilla y León fuera un país, estaríamos en el ‘top-10’ en comparación con los 80 de la OCDE que se han analizado. Los resultados son excelentes: la educación de (CyL) es la mejor de todos los sistemas educativos de España. Por otra parte, el Informe Pisa deja patente la debacle española: «Nuestros alumnos españoles de 15 años perdieron más de medio curso en los últimos diez años». Sería lógico que nuestra ministra, Pilar Alegría, se pusiera en contacto con Rocío Lucas, nuestra Consejera de Educación, para darle las gracias por mejorar, con su excelente calificación, los pésimos resultados en España.

¿Dónde está el mayor problema educativo de CyL en la actualidad? Sin ninguna duda, nuestra asignatura pendiente es el «bilingüismo en la escuela pública». Es vergonzoso que llevemos 15 años con un sistema que no funciona, porque empezó mal y ha ido a peor. Hace ya diez años oí al consejero Fernando Rey decir que nuestros alumnos tienen que terminar el bachillerato hablando correctamente el inglés «sí o sí». Pues en el 2026 seguimos «no y no».

Señor Mañueco, ahí tiene usted la mejor propuesta electoral en Educación para estas elecciones. Le aseguro que conseguirá dos objetivos: Aprobar la asignatura pendiente y los votos de todos los jóvenes y sus padres, a los que va a ayudar a aprender el inglés que tanto necesitan para su futuro. Ellos saben que sin hablar correctamente esta lengua van a ser los analfabetos del siglo XXI. Señor presidente, le voy a decir lo mismo que he repetido muchas veces a su consejera. Ella no me ha oído, pero tengo la esperanza de que alguien le hará llegar esta inquietud para que lo incluya en su programa electoral. Le indicaré lo que, a mi modo de ver, es la causa del fracaso del programa bilingüe en esta comunidad y lo que yo considero una solución no demasiado complicada. La ‘causa’ es obvia. Creo que hemos empezado la casa por el tejado. En la mayoría de los centros públicos no había en 2006 ni un solo profesor capaz de impartir ‘dignamente’ su asignatura en inglés. Increíble pero cierto. La ‘solución’ la tenemos en casa. En nuestra comunidad tenemos otro programa bilingüe llamado: «Convenio de colaboración MECD-British Council», que está muy bien valorado en todo el sector educativo. Empieza en el segundo ciclo de educación infantil y se mantiene hasta 4º de ESO. Se imparte en inglés ‘lengua extranjera’ y otras 2 asignaturas no lingüísticas. El horario semanal se incrementa en dos horas para perfeccionar la «lengua extranjera». El profesorado necesariamente debe ser licenciado o experto en lengua inglesa y otras áreas. Y los centros educativos cuentan con una dotación de hasta 3 auxiliares de conversación extranjeros, muy importantes para las dos horas de incremento. Así de simple, señor Presidente. ¿Dónde está el problema? En nombrar en cada centro público «dos profesores bilingües de inglés y expertos en otra asignatura». Eso no es difícil. ¿Dónde está la verdadera complicación? Para eso es necesario ser valiente, tener muy claro el objetivo final: «Que los alumnos salgan de los colegios e institutos hablando inglés correctamente». Señor presidente, se verá obligado a lidiar con muchos sindicatos y modificar concursos de traslados para que esto sea posible, pero, en este caso, «el fin justifica los medios».

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