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Cielos quemados

06/09/2025
 Actualizado a 06/09/2025
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Rindió el viento a la rosa,
el trigo miraba asombrado
la oscuridad del día,
me ardían las manos,
los ojos,
languidecía mi voz impostada.
Se abrían raíces y empujaban la noche
(y mis despojos, insensatos,
eran leña quemada).
Acudió el infierno,
inesperado,
frío de bronce y luz.
Tuve sus ojos tan cerca,
tan cerca,
que el horizonte temblaba.
En el rosal,
una violencia de cielos quemados.
 

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