Diego Simeone llegó al Atlético de Madid en enero de 2012. Cogió un equipo hundido y en sus primeros años ganó una Europa League, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Liga y la Supercopa de España. Él ha afianzado al club rojiblanco como un equipo de ‘Champions’ y uno de los grandes de Europa. Lleva 14 años en el Atlético, toda una gesta. Según L’Equipe, ha sido el entrenador mejor pagado del mundo, en el 2023 percibía 34 millones de euros por temporada, seguido por Guardiola con 22.4.
Recuerdo que en el 2021 vi un partido en el Metropolitano contra el Mallorca. Ganábamos uno a cero, pero el Mallorca le dio la vuelta al resultado en los últimos diez minutos. Kubo silenció al estadio y, a la salida, la opinión era unánime: «No jugamos a nada», «siempre a la defensiva» y «la culpa es del Cholo». Era evidente que a Simeone se le empezaban a acabar los días en el Atlético. La afición, que le adoraba, se está convenciendo de que es el momento de salir airoso del club con un buen partido de homenaje. Pero tiene que irse ya. No podemos seguir pagándole como el mejor entrenador del mundo y sentir cada semana la impresión de que cualquier entrenador rival supera el planteamiento de Cholo. El equipo contrario parece el campeón del mundo porque le concedemos la posesión de la pelota y nos echamos para atrás cuando conseguimos un gol.
¡Tenemos tantos recuerdos en nuestra mente los pupas! En esta temporada empezamos con mucha ilusión todas las competiciones. Después de Navidad teníamos posibilidades para todo y había un equipo asentado que metía miedo a los demás. En la Champions estábamos clasificados para octavos automáticamente y nos librábamos de una eliminatoria, en la liga fuimos campeones de invierno, en la Copa del Rey teníamos todas las posibilidades de ganar. Era el equipo más temido de España. En sólo dos semanas, Cholo logró cambiar la historia: En la ‘Champions’ nos tocó el Real Madrid en su momento más asequible. En el Bernabéu perdimos dos a uno en un partido muy equilibrado. En la vuelta, en casa, a los cinco minutos ya teníamos un gol de ventaja. La opinión general de los atléticos es que debería seguir atacando y tratar de aumentar la ventaja. Pero, como siempre, Cholo metió a su equipo en el área para esperar la fortuna de un gol al final. Llegaron los penaltis y ocurrió algo inédito. Julián mete el penalti, pero se lo anulan porque se resbaló y toca el balón con los dos pies. «Los pupas de siempre». Pero quedamos eliminados de la ‘Champions’ por culpa del entrenador. En la Copa del Rey, empatamos en campo del Barcelona a cuatro goles. La vuelta en el Metropolitano volvió a ser un partido del miedo, miedo a soltar amarras, miedo atacar, miedo a demostrar que son los mejores y perdieron uno a cero. Adiós también a la Copa del Rey. En la liga, al final de enero, éramos los primeros. El partido contra el Barcelona era fundamental para el liderato. Cuando faltaban solamente quince minutos de partido, el Atleti vencía dos a cero. Parecía imposible que ese partido se les fuera de las manos. La solución ‘Simeone’ de amarrar el resultado: cambia a los tres mejores atacantes para meterse en su área. Error mayúsculo. Terminamos perdiendo cuatro a dos. Increíble pero real. Ha seguido dando tumbos, empate con el español y, el colmo de los despropósitos, perder uno a cero con Las Palmas, en la cola y con varios meses sin ganar. Cholo, has colmado la paciencia de los atléticos y te has convertido en el yogur caducado carente de fiabilidad al que se refiere Nicolás Álvarez en su artículo del ABC. Tu fórmula ‘amarrategui’ no parece la más adecuada en una plantilla que cuenta con once jugadores de primera categoría mundial como Oblak, Le Normand, Llorente, Giménez, Molina, Galagher, Barrios, De Paul, Sorloth, Julián o Griezmann, al que últimamente también está dejando ‘tirado’ como hizo con Lino, Riquelme, Witsel, Reinildo, Correa, Saul o Samu Omorodion, que está triunfando en Europa. Cholo, fuiste muy importante en el ascenso del club los primeros años y te mereces nuestro reconocimiento, pero, con el máximo cariño, te decimos que has acabado el ciclo y que tienes que irte. Este Atlético, que quiere ser un club importante, no puede seguir derrochando el dinero y anulando a los jugadores. Tu estilo de trabajo ha caducado. Aprovecha este momento. Posiblemente nos quedará a todos el regusto y el reconocimiento de todo lo que has hecho. Seguramente que, en Europa o América, incluso en la selección argentina, te estarán esperando. Déjanos a tu hijo también en el club, ya que, con otro entrenador, posiblemente llegará a ser figura.
Se acabó el «partido a partido». Es inconcebible ganar al PSG, Real Sociedad o Betis con holgura y regalar los puntos a equipos en descenso como Las Palmas, Leganés o Español. Vamos a soñar para el 25-26 con la plantilla que tenemos ya, más los retoques de Álex Baena, Cuti Romero o Joan García y un entrenador, tipo Arteta, que nos devuelva la ilusión y la alegría al Metropolitano. No son Oblak, ni Griezmann o Giménez los sobrantes. Si, de verdad nos aprecias, vete.