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Carreteras del infierno: de la N-VI a la Le-142

23/01/2016
 Actualizado a 18/09/2019
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De los creadores de ‘El increíble caso de la AP-71’ (‘estrenado’ el 13 de agosto de 2014) llega ‘Carreteras del infierno: dejándome las ruedas en la N-VI y las suspensiones en la Le-142’. Una trepidante aventura que ‘viven’ cientos de conductores cada día, desde hace un montón de años, en estas dos carreteras que transitan por Astorga y comarca.

¿Quieren emociones fuertes? ¿Quieren trasladarse a lo más profundo del Rajastán indio y sus carreteras? ¿Acaso se acaban de comprar un Land Rover y quieren probarlo a fondo? ¿Les gustaría participar en el rally Dakar y no les llega el presupuesto? No se preocupen. Tanto la vía de titularidad estatal como la autonómica que transcurre entre Astorga y Molinaseca son ideales para todo ello. Grava suelta, tierra, socavones, baches, curvas que parecen meandros, nula señalización, animales en la calzada, terraplenes sin protección, ojo peregrinos… ¡A ras!

Luego, queridos amigos, profundizaremos en la carretera olvidada por el amigo Antonio Silván (hasta hace nada responsable autonómico de Fomento). Pero antes déjenme que dé un palo a nuestros amigos del gobierno nacional y local. Es simplemente tercermundista el estado de la Nacional Seis a su paso por la localidad maragata y siguiendo tanto hacia La Coruña como a Madrid. Todo lo mal que pueda estar un asfalto éste lo presenta. Y hablamos de una carretera que forma parte de la columna vertebral de un país. Oiga, que no es cualquier cosa. Y es que a pesar de la existencia de la autovía paralela con el mismo nombre son muchísimos los usuarios de esta ‘carretera’ para recorridos menores. El que suscribe entre ellos.

Hace unas semanas acondicionaban el trayecto que une la salida de la ciudad (con dos huevos, no han asfaltado ni un centímetro más de donde se sitúa el cartel de ‘Astorga’ hacia atrás) con la última rotonda antes de llegar a Celada de la Vega (eso sí, las propias rotondas no han sido objeto de esta mejora). Un parche realizado porque algún camino de cabras tiene más tracción y menos baches que dicho tramo y, sobre todo, porque el domingo 20D había que votar…

No creo que estemos pidiendo los usuarios la mejora de un camino por el que pasan dos perros y un vespino a la semana. Cientos de conductores que salen a los pueblos, gente que hace mil y una vez el trayecto hacia el polígono industrial…gente que tiene que usar dicha vía para ir a currar. Y que nos den por saco cuando estamos currando es una cosa, pero que nos den también cuando nos dirigimos a ello se pasa de frenada, y nunca mejor dicho.
Decir que el trayecto de la nacional que pasa por Astorga es de propiedad municipal. Y poco tiempo han tenido los nuevos… pero muchos años han disfrutado del poder local en el partido socialista para haber destinado una campaña de asfaltado a este tramo. Apunte señor alcalde, apunte.

Lo de la LE-142 es del Club de la Comedia. Monologo de 20 minutos se puede hacer si no fuera porque la triste realidad es eso, muy triste. A nuestros políticos se les llena la boca hablando del Camino de Santiago. Impulso económico de la provincia de León. Motor dinámico para el asentamiento de población. Que sí, que sí. Todo estupendo pero resulta que la carretera propia de ese camino está absolutamente destrozada, machacada y lo que es peor, totalmente abandonada. Coño, digo yo, y con lo que le gusta al presidente Herrera ir a comer a Rabanal del Camino. ¡Arréglela aunque solo sea ‘pa’ usted hombre! Para que no vaya votando hasta el techo dentro del coche oficial. Va usted cómodo a ver a su amigo Gaspar, y de paso nos aprovechamos los demás.

Desde hace una década me dedico al oficio de contar cosas y siempre, cada uno de esos diez años, he leído notas o acudido a comparecencias pidiendo soluciones para esta carretera. Háganlo por los peregrinos americanos, o los alemanes o japoneses. Quedemos bien ante la comunidad internacional, ya que parece eso es lo único que nos preocupa (a buen entendedor…) pero que el proyecto de mejora no pase de presupuesto en presupuesto. El caminante hará camino al andar; pero desde luego al conductor se lo tienen que asfaltar.
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