A alguien que abandona en el último momento una iniciativa después de haber estado durante mucho tiempo recabando el apoyo de otros se le tacha irónicamente de ser como el Capitán Araña, «que embarcaba a la gente y se quedaba en tierra», tal y como reza un dicho popular cuyo origen se remonta hasta el siglo XVIII, cuando las insurrecciones de las colonias al otro lado del Atlántico requerían continuamente de refuerzos que viajaran desde España para mantener seguro el territorio del Imperio nacional.
Como aquel capitán de barco marrullero y sagaz de origen vasco que enrolaba marineros rumbo a América, pero nunca llegó a viajar, se refiere el dicho al que Benito Pérez Galdós hizo referencia en los ‘Episodios Nacionales’ o Fernán Caballero en ‘La familia de Alvareda’.
Me acordé varias veces de este personaje el otro día en la concentración –que después se tornó en manifestación– en defensa de la sanidad pública rural que convocaron los médicos en La Bañeza. Dijimos que había mil personas entre los profesionales de bata y los pacientes, que en este momento de falta de médicos y de medios en los pueblos hacen verdadero honor al sentido de su nombre, pero también faltaba una cuanta gente.
Evidentemente me refiero a los capitanes Araña de varios pueblos de las comarcas de Astorga y La Bañeza que estaban casi en pleno detrás de la pancarta pero cuyos ‘líderes’ morales prefirieron quedarse en casa o en una terraza tomándose una caña. Me refiero a media docena de cabecillas a los que podría poner aquí nombre y apellidos por llevar un mes dando la lata para embarcar a la gente en autobuses o en coches particulares y tirarse a la calle y corear consignas, pero ellos prefirieron no dar la cara.
Estos capitanes Araña de pueblo modernos son los mismos que llevan toda la vida dentro o fuera de la política pero, en cualquier caso, intentando vivir del cuento y ganándose el epíteto de comandante de una tropa de la que presuponen pocas luces y de la que se aprovechan siempre que pueden. Aunque sea para llevarse una docena de huevos por la cara, algo de la matanza o el maletero lleno de productos de la huerta. Y para que pongan la cara en una manifestación.

Capitanes Araña
27/08/2018
Actualizado a
07/09/2019
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