Vino la calor a estrompatalego, con tanta virulencia que tengo miedo que las ‘creaturas’ sin río donde bañarse se les caliente la retestera y den en alguna locura, como beber agua por ejemplo; pero «no vos preocupar», que decía el cabo Picurri, que para estas alturas dura menos la canícula que tarda en aparecer otro hijo de Julio Iglesias en los chafardeos de por la tarde en las televisiones.
Pero mientras se le pasa la furfuga, la canícula de este año no está poniendo la quijotera más recalentada que las cenas de Cuatropadres en el microondas, que mide los tiempos por los que tardaba la cazuela encima de la chapa de la cocina económica, que ya le explicó un sobrino que estudió en la Barcelona de Cataluña, que tiene universidad, que «la velocidad de la luz es mucho más rápida que la del carbón», que como explicación científica es tan incuestionable como cuando Picurri niega que los proyectiles caigan «por laley de la gravedad»cuando en el glorioso Ejército español tienen muy documentado que «caen por su propio peso».
Pero la calor afecta y nos está trayendo una sucesión de desgracias que casi parece otra peste porcina de esas. Farraperas, sin ir más lejos, ya se ha duchado tres veces en este verano sin venir a cuento (sin contar que esta semana son las patronales y le toca ducharse otra vez, de oficio, como recogen las ordenanzas). Las dos primeras duchas lo arregló como buenamente pudo y las aprovechó de tal manera que la pedanía no le amonestara por el derroche de agua, potable además, ya que se ha decretadoque nos duchemos sólo en caso de extrema necesidad pero, eso sí, con agua potable por si, por falta de costumbre, tragamos algo pues que no nos envenenemos.
Cuando se duchó primera vez aprovechó y fue al médico, que le dijo que estaba deshidratado. Se asustó tanto que tomó 15 cubalibres aquella misma noche y parece que libró, sino llega a tomar medidas probablemente hubiera muerto.
Pero todavía falta la peor, la llegada de los boy scouts, que te aparecerán por casa pidiendo que les des algo de comer porque están haciendo supervivencia y te limpian la huerta a cambio de la comida. A mi me tocaron Borja Mari y Cayetana, cuando fui a mirar las ortigas seguían, porque parece que pican, pero de los narcisos no dejaron ni uno.