28/12/2023
 Actualizado a 28/12/2023
Guardar

Después de toda una vida jugando al dominó, ya iba siendo hora de dedicarle un artículo a este excelente juego de mesa que ha sido motivo de tantas reuniones familiares y de amigos. Me confieso ferviente aficionado a este juego, me ha proporcionado muchos momentos felices y deseo devolverle mi tributo aquí y ahora. 

Parece que los chinos ya jugaban al dominó hace 1500 años, pero a Europa no llegó hasta el siglo XVIII. Fueron los italianos los que lo introdujeron en el mundo occidental. El nombre procede del verbo latino dominare ‘dominar’, que, en el presente de indicativo, domino, es lo que dice el primero que se queda sin fichas y gana el juego. En Francia se pronuncia a la francesa y se convierte en agudo. Como tal se ha mantenido en español: dominó.

¡Cuántas horas habré pasado en mi vida con las fichas de dominó! Recuerdo que a mi madre le gustaba mucho y, los últimos años de su vida, incluso ya en el hospital, se olvidaba de todas sus penas mientras jugábamos. 

El dominó es una terapia con unas reglas muy sencillas, ideal para todos, desde los niños a las personas mayores. Perfecto para jugar en familia y, sobre todo, favorece la sociabilización que es fundamental para las personas mayores. El England Journal of Medicine publicó los resultados del análisis sobre la influencia de las actividades lúdicas para prevenir la demencia, y concluyó que las personas que participaban en juegos de mesa, tipo ajedrez o dominó, tenían 75 % menos de riesgo de desarrollar Alzheimer. Debería estar incluido en la Seguridad Social. Es una excelente alternativa que promueve la creatividad, desarrolla el pensamiento lógico, refuerza habilidades de motricidad, fomenta la sociabilidad, ayuda a estimular la mente ejercitando la memoria y la concentración. Recuerdo a dos personas de Mansilla Mayor, Conrado (100 años) y Ángel (97), que jugaban todos los días juntos contra el que quisiera pagar el café, porque ellos no solían perder. Llevaban el control de las fichas que ponía cada uno, sumaban los tantos como si tuvieran veinte años. ¡Qué sana envidia para todos! ¡Cómo nos gustaría a los demás llegar a esa edad con esas facultades! Jugaron al dominó toda su vida y ponían a prueba cada día su concentración y memoria. Realmente envidiable. El dominó tiene sus beneficios para la salud. Este entretenimiento didáctico es uno de los mejores deportes para estrategias de gimnasia cerebral rápida. Sin ser tan difícil como el ajedrez, tiene muchas dificultades y secretos para ser ganador. 

Yo paso todos mis veranos en Salou. Allí el dominó se ha extendido como la pólvora. Todos los clubs de tenis, náuticos, asociaciones de jubilados, etc. están llenos de timbas de dominó o butifarra. Es normal juntarse tres o cuatro días por semana, una docena de amigos, para desayunar ‘sin duelo’ y después jugárselo al dominó. La mejor forma de pasar la mañana un jubilado. Pero, además, cada ciudad catalana cuenta con un Club de Dominó. Salou es un modelo de cómo debe ser un Club de dominó serio y bien organizado. Son excelentes jugadores, perfeccionistas, respetuosos, conocen los protocolos del juego, todos están federados. Los días 14, 15 y 16 de cctubre pasado participé en un campeonato nacional. Casi 200 participantes. Es impresionante que en el salón del hotel Salou Park sólo se oía el ruido de las fichas. Todos concentrados en lo que estaban haciendo. El colmo de la perfección. A lo largo del invierno, de octubre a mayo, participan en un campeonato de la provincia de Tarragona con más de 500 jugadores inscritos. El próximo mes de abril en Salou habrá un campeonato nacional por equipos con más de 200 participantes. Esto son palabras mayores. Esto no existe en León. En nuestra provincia raro es el bar que no cuenta con varias cajas de dominó y, después de comer, el sonido de las fichas alegra la cafetería. Es el dominó de siempre que mantiene la esencia del juego pero que no cumple las normas que marca el reglamento de la Federación Nacional: se sigue saliendo por el seis doble, se siguen sumando los puntos por décadas, se permite tocar las fichas en todo momento... Ninguna de las partidas celebradas en León pasaría el filtro de un campeonato federado y tendrían que pasar previamente por una formación iniciática. Sería interesante que en León se abriera un Club de Dominó piloto, federado y asociado a los clubs de toda España. Esto ayudaría a ir practicando poco a poco un juego más disciplinado y metódico, y menos anárquico y desordenado. 

Sólo una reflexión como colofón a mi artículo: «Si son tan evidentes los beneficios del dominó como terapia, fomento la sociabilidad y estímulo de la memoria y la concentración, ¿por qué no lo llevamos a los jóvenes en los colegios?» ¿Por qué no se inicia en este juego también a las mujeres? Pensad que el 95 % de los jugadores de dominó son hombres que ya están jubilados o a punto de hacerlo.

Lo más leído