Fue en las Navidades de 2020 cuando al ponferradino Roberto Oviedo se le ocurrió poner un belén en su casa, con su hijo, como homenaje a los autónomos que, por aquel entonces, sufrían las consecuencias de la pandemia de covid-19. Y lo hizo con ciento y pico figuras de Playmobil que tenía por casa, a las que puso nombres de personas reales.
La iniciativa tuvo una gran acogida y, al año siguiente, la repitió, en esta ocasión en el hotel Aroi Bierzo Plaza, al lado mismo del Ayuntamiento de la capital berciana. Y, de nuevo, resultó todo un éxito; así que, en 2022, se trasladó a la ‘Estación Arte’ del Museo del Ferrocarril, en donde estuvo hasta el año pasado. Pero se quedaba pequeño y, en este 2025, ha estrenado emplazamiento, en otro espacio del Museo del Ferrocarril: la lonja. «De aquí espero no moverme», me decía Roberto Oviedo, que está todo el año enredado en su preparación; y que, junto con su mujer, María Raimúndez, se ocupa de todo.
El belén de Playmobil de Ponferrada se ha convertido en uno de los más visitados de todo el Bierzo –más de 40.000 personas pasaron por allí el año pasado–, y estará abierto todas las tardes hasta el 6 de enero. No dejes de acercarte. Además, la entrada es gratuita.
En más de doscientos metros cuadrados se encuentran alrededor de trescientas casas –muchas identificadas con negocios locales– y unas cinco mil figuras de Playmobil, representando a otras tantas personas –algunas, incluso, ya fallecidas, que se reconocen por las alas que llevan en la espalda–, con nombres y apellidos –literalmente, con carteles en los que figuran–, todas ellas reales. Además, en el belén no faltan el Castillo de los Templarios, el Ayuntamiento de Ponferrada, el estadio El Toralín –el marcador refleja un 5-0 de la Ponferradina a la Cultural–, la estación invernal El Morredero, el campus universitario, el hospital… Ni siquiera la ‘Estación Lunar del Bierzo’. Hasta un tren lo recorre sin parar. Por cierto, yo también estoy allí; ya me dirás si me encuentras.