Imagen Juan María García Campal

Ay las exclusivas ¿verdades?

17/04/2024
 Actualizado a 17/04/2024
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Aun mis cavilaciones, no mantengo certeza sobre de dónde nos viene y ocupa, cada día con mayor aspereza, esa costumbre de creerse cada cual en total y exclusiva posesión de la verdad, así como de sellar todo resquicio por el que pudiese alumbrar la duda o la mínima posibilidad de saberse errado. Vivimos, sí, en una democracia liberal, pero arrastramos usanzas y desmanes propias de hediondas dictaduras. Me circunscribiré en mis comentarios a esta –por cuestión estacional– floreciente provincia. 

Así, quizá el analfabeto funcional que vandalizó, o su plural, el monumento a las víctimas del franquismo del Campo de Tiro de Puente Castro, supongo que con nocturnidad y supuesto arrojo patriotero, se tenga/n por otra cosa, pero no lo es o, de ser caso, no lo son por más que se crean dueños exclusivos de la historia patria. Igualmente, el energúmeno gonfalonero que el pasado jueves agredió en Ponferrada a Olegario Ramon es muy posible que se tenga por otra cosa, pero no lo es. Ni él ni el coro, también abanderados, que ni intentó impedirlo. Pueden apropiarse de la significante bandera, pero no por ello son ni serán exclusivos dueños del significado. No, se podrán tener por lo que quieran, pero, lamentablemente, sus actos los ha definido únicamente como meros fascistas.

No crea que me referiré sólo a indisposiciones de la razón político ideológica de extrema derecha y asociados, no. Cómo abstraerme a la reciente exclusiva apropiación, inconsciente o por costumbre, por parte del secretario general del PSOE provincial de concepto ideológico como es el socialismo. Concepto de teoría tan estudiada, tan criticada y tan combatida y de práctica histórica tan variopinta y a veces lamentable, con motivo de la absolución por prevaricación de la alcaldesa –aún socialista aunque ya no del PSOE– de Fabero. No veo conveniente confundir continente con contenido. Que hay teoría y práctica socialista más allá del PSOE es cada día más fácil de demostrar. Fácil lo pone la afirmación del propio Cendón ante la absolución de la reelegida alcaldesa aun afuera del PSOE de «que quienes han perdido son los vecinos de este municipio». Otro conmigo o contra mí. En ‘Las chicas de oro’ se oiría un «Sicilia, 1920». Y es que el respeto a la ciudadanía ni está ni se le espera. 

Y uno pensando que, para una mejor convivencia civil, nos sobran fieles adoctrinados de cualquier creencia religiosa o política y nos faltan ciudadanos, ya no digo con espíritu crítico, sino, sencillamente, con urbanidad.

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.

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