23/02/2024
 Actualizado a 23/02/2024
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Desde luego que España nunca deja de sorprendernos. A los que me hablan de la corrupción de los partidos políticos siempre les digo lo mismo, los partidos, como cualquier institución, no son más o menos corruptos. La corrupción y la sinvergonzonería viene de la mano de las personas que los forman o, mejor dicho, de un puñado de personas sin escrúpulos que echan por tierra la honorabilidad del resto de personas decentes que trabajan y dedican su tiempo y esfuerzo de manera vocacional y profesional.

Cualquier organización compuesta de personas no está libre de la sombra de la corrupción. Es algo inherente al ser humano. Hay quien quiere enriquecerse o satisfacer sus deseos más o menos ocultos y/o vicios a costa de los demás. Esto es así desde que el mundo es mundo.

Desde ahora y probablemente durante unas semanas, será el PSOE el que pase un verdadero calvario una vez destapado el ‘caso Koldo’.

Para los pocos que no se hayan enterado de dicho caso, el asunto trata de una supuesta trama de corrupción, tráfico de influencias y cohecho de, al menos, Koldo García, mano derecha de José Luis Ábalos, ex ministro de Fomento y exsecretario de Organización nacional del partido socialista, lo que viene a ser el número 2 o 3 del partido, un altísimo cargo de total confianza de Pedro Sánchez.

El tema viene de que al parecer y siempre presuntamente, el tal Koldo García aprovechó que nada se movía en el Ministerio de Fomento sin que él diese el OK, para ser conseguidor de contratos millonarios de mascarillas en plena pandemia, por los que, al parecer, percibía jugosas comisiones en comandita con otra serie de empresarios y políticos.

En León, el tal Koldo García, se hizo ‘popular’ al amenazar al alcalde José Antonio Diez por sacar los colores al propio Ábalos en una visita a la capital leonesa, por toda la serie de incumplimientos del gobierno de España con León. Amenazas que se tradujeron en la frase tan elocuente de «aún me quedan 3 años para joderte». Solo en un país como España una persona como Koldo García, que al parecer fue portero de un puticlub e implicado en el ‘Delcygate’ de las misteriosas maletas en Barajas, puede llegar a ser consejero de Renfe y hombre todopoderoso de un ministerio. Para que luego digan que Estados Unidos es el país de las oportunidades. 

Todo este tema tiene pinta de sólo haber hecho más que empezar y viendo la cara de Ábalos el miércoles dando explicaciones, da la impresión que la cosa va a ir para lejos. La política es como un acuario con tiburones, por muchos que haya, se respetan y no se atacan, hasta que uno de esos tiburones tiene alguna herida por la que sangra. Entonces los hasta entonces compañeros se convierten en depredadores y el que sangra, en la presa.

El miércoles Ábalos en el Congreso miraba a su alrededor con cara de pánico sabiendo que, el olor que flotaba en ese acuario, era el de su propia sangre y que sus compañeros socialistas no tardarán en lanzarse a devorarle para atajar un escándalo demasiado cerca de Sánchez.

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