La cosa va —por lo que yo aviono, que tampoco es que sea un lince— de que ahora van a venir unos señores de León, incluso de Madrid que están de oferta, y nos vienen a decir a nosotros que el que ellos han puesto para nosotros «es listísimo, y preparado y joven».
- Debe andar más cerca de los ochenta que de los setenta; dice el tocaguevos de oficio.
- La edad no está enel carnet sino en la cabeza; dice el enviado, que te mira después como si hubiera inventado el mango del azadón, con cara de haberte impactado, hasta que escucha al preguntón, que sentencia con aire de suficiencia.
- Sí por los cojones.
Os digo una cosa —por lo que yo aviono, que tampoco es que sea un lince— cuando sale a relucir la palabra cojones los enviados de León o de Madrid, que están de oferta, levantan la oreja, miran al candidato joven y preparado, que trata de echarle una mano sin mucho éxito y entienden lo que le dijo el que estaba en el bar
y no iba a ir al mitin: «Tira p’allá, que vas a saber lo que es amar a Dios en tierra de indios».
- ¿Qué quiere decir?
- Tú tira.
Y tiró, al tuntún, como lo hacen casi todo. Claro que al acabar ya le dijo el candidato preparado que no se preocupara, que era así, que se lo hacía a todo el mundo... y el susodicho, que iba detrás, remató la faena: «Será verdad, pero tú tienes 76 años, que somos quintos, por más que tú estés más preparado».
- Pues el programa pone que tiene 72; matiza otro inoportuno.
- Pues o pedió pie por el camino o se quita una legislatura completa, se conoce que no se acuerda, como no hizo nada en ella.
Es lo que tiene ir a predicar a la ruralidad con el mismo discurso, todos jóvenes y preparados, todos comprometidos con sus raíces y esas cosas que pone el libro de estilo de la campaña.
Total, que el resultado es que hace tres legislaturas que aquí no viene nadie ni a predicar ni a dar trigo.
Ni puta falta que hace.

Amar a dios en tierra de indios
14/05/2023
Actualizado a
14/05/2023
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