Una afición muy viva

12/12/2025
 Actualizado a 12/12/2025
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Para quien ha vivido todos esos años donde al Reino de León iban ‘los 2.000 de siempre’, un desplazamiento de 100 personas era de los grandes de la temporada y el rara avis en un grupo de gente joven leonés era ser de la Cultural, qué gozada es ver una afición tan viva como la que tiene ahora mismo el club.

Evidentemente estar en Segunda ayuda, pero esto es algo que se viene fraguando a fuego lento desde años atrás. Y los resultados, con cinco victorias ya a domicilio que era algo complemente impensable en agosto, también, pero que a nadie se le olvide que se agotaron 1.200 entradas en una hora para Santander tras meterte cinco el Burgos y ‘bailarte’ en una horrorosa primera parte el Sporting antes de empezar a ganar.

No es sólo una cuestión de cifras, pero también hay que hablar de ellas. Es que da para reflexión el arduo debate que nos hemos montado sobre que fueran sólo 3.800 espectadores al partido de Copa con el Andorra (con razón por la diferencia por lo habitual y si me preguntáis sí, fue un error ponerlas a 15 euros independientemente de que sea justa o no la respuesta del socio tras ello), cuando hace no tanto esa cifra era una gran entrada y si cualquier otro evento deportivo de León llega ahora mismo a ellas se destacaría como exitazo y la mejor de toda la temporada. O el hecho de que nos preocupe no pasar de los 10.000, pero ahora ‘los de siempre’ son 9.000 en torno a los cuales estás siempren en liga haya lluvia, frío o sea en un (habitual) pésimo horario regalado por La Liga.

Es también el cómo, son detalles de afición viva, donde muchísima gente joven ha entrado con unas ganas tremendas y se las contagian a los de toda la vida. A mí me pareció de una madurez tremenda, impropia de lo que yo he vivido en León, cómo frente al Málaga no hubo runrún por meterte atrás sino celebración en cada balón colgado que despejabas. Y en algo completamente diferente, me parece una auténtica pasada la que se montó con las caretas de Lucas Ribeiro.

Veo que hay quien no le gusta mucho el tema, pero yo le diría que aprenda a disfrutar un poco de las cosas. Es la típica situación que si hubiéramos visto en otra afición hubiéramos dicho: ‘uf, qué envidia de hinchada’. Una frase que también pronunciábamos con las que agotaban las entradas de afición visitante para cada desplazamiento, como ahora haces en León, o con las que hacían con sus cánticos que la sensación fuera que estabas jugando de local, que fue algo que acabó pasando en Ipurúa contra el Éibar.

Mis dieces hacia todos los que lo han hecho posible. También a los que montasteis esa fiesta de las caretas que se hizo viral. A los que lo iniciaron en Cádiz, a los que decidieron hacer 400 para todos los desplazados en Éibar y a los que, mayores y pequeños, les siguieron el juego y se las pusieron. Como el equipo sobre el césped, vosotros también ganásteis.

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