Me imagino que la gran mayoría habéis oído hablar del mayor centro termo lúdico de Castilla y León, con un 51 % de titularidad pública y un 49 % de titularidad privada de la empresa concesionaria; también conocido como el spa de Santa María del Páramo. Pues bien, ha cerrado.
León termal Sport no solo era un spa, sino que también contaba con gimnasio y centro de masajes.
Hace unos días anunció su cierre temporal debido al incremento de los precios en carburantes; sin embargo, el equipo de gobierno de UPL, quién siempre estuvo en contra de su apertura, dice que se debe a una «mala gestión». Según la alcaldía, refiere haber ayudado al centro en varias ocasiones y que ahora «están trabajando en la forma de gestión que de viabilidad».
La construcción de este centro conllevó mucha polémica entre los vecinos debido a su elevado coste, pero ha demostrado ser uno de los reclamos principales de nuestra provincia y otros puntos de España. Como ex trabajadora, puedo decir de buena mano, que era uno de los mayores, sino el principal reclamo del pueblo llegando a acudir centenares de usuarios a la semana. No sólo venía gente de Asturias, Galicia, Andalucía, sino que también había visitantes de Portugal, Francia y algún que otro país. Además, al salir hambrientos después de 2 horas en el circuito termal, siempre pedían recomendaciones dónde ir, por lo que los bares y restaurantes también se beneficiaban.
Dentro de los proyectos del ayuntamiento está el camping. Todos sabemos que quien decide pasar unos días en un camping busca un entorno natural atractivo, con río o mar, hacer rutas o que cuente con una actividad lúdica y festiva importante. No sé yo si los viajeros decidirán quedarse aquí. Y por supuesto, los vecinos tampoco lo disfrutarán porque dudo que acampen teniendo una casa, sin embargo, el spa lo pueden disfrutaban todos.
En las últimas elecciones una de las propuestas de dicho partido era el apoyo spa, aunque en las legislaturas anteriores, en la práctica, no fue así. Espero que la situación se revierta, bien por la empresa que hasta ahora llevaba la gestión, por otra nueva o por el ayuntamiento; siempre y cuándo, este último siga los criterios de transparencia, objetividad e imparcialidad en las contrataciones, como debe respetar toda administración pública.