Decía San Pablo que quien aspira a ser obispo aspira a una buena cosa. Hoy día esa aspiración podría interpretarse, como sucede en otros campos de la vida, como un signo de vanidad o afán de poder. No es el caso de Don Camilo Lorenzo Iglesias, que acaba de fallecer, y durante varios años ejerció el ministerio episcopal en la diócesis de Astorga. Estamos completamente seguros de que él nunca imaginó ni esperó que lo nombraran obispo. No trataba de ‘hacer méritos’. Y, una vez consagrado, jamás le gustó presumir ni hacer ostentación de ello.
Así, por ejemplo, en la forma de vestir no era precisamente de los preocupados u obsesionados por aparentar con las vestiduras episcopales, los famosos capisayos. Su sencillez no era fingida. Mientras pudo renunció a tener chofer particular. Son detalles o signos que le honran y que hacían de él una persona cercana. Tampoco era una persona con doblez ni afectación. Sincero, profundamente espiritual, nada amigo de chismes ni de intrigas palaciegas, nos deja un buen recuerdo y un buen ejemplo.
Don Camilo era un obispo que sabía escuchar. No trataba de imponer sus ideas, sino que le gustaba contar con la opinión de los demás. Y así dio pasos importantes en la Diócesis tales como la creación del Fondo de Sustentación del Clero, de los Centros de Atención Pastoral o el Directorio para la Iniciación Cristiana, el Centro de Orientación Familiar… Así mismo durante sus años de gobierno de la diócesis se hicieron infinidad de obras materiales, entre las que no puedo olvidar la parroquia de El Buen Pastor en el barrio ponferradino de La Rosaleda. Recorrió varias veces todos los pueblos de la extensa y variopinta geografía diocesana. O sea, que el balance que deja este obispo bueno y sencillo es extraordinario.
Se nos ha ido precisamente la víspera de su santo, San Camilo de Lelis, y no por ello deja de ser una buena ocasión para felicitarlo, ya en el cielo. Se da la circunstancia de que murió un año después que su sucesor Don Juan Antonio Menéndez, que también nos dejó un buen recuerdo, y en vísperas de la toma de posesión de Don Jesús, quien a partir del próximo sábado será el nuevo Obispo de Astorga. Una semana muy intensa.
Cuando Don Jesús celebre el próximo sábado en la catedral su primera misa como Obispo de la sede asturicense tendrá a ambos lados, en la capilla de San Jerónimo y en la del Santísimo, las tumbas de sus dos predecesores. Que ellos, que han preparado el terreno de su nueva heredad, le ayuden desde el cielo.

Adiós a un Obispo bueno
14/07/2020
Actualizado a
14/07/2020
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