Septiembre es el mes natural con el que da comienzo el ‘curso oficial’ de las cofradías y hermandades de la Semana Santa de la ciudad. O, al menos, así se tiene por probado desde hace varias décadas por los propios encapuchados y adeptos. Porque antes, cuando las agrupaciones pasionales parecían más livianas en cuanto a su estructura y funcionamiento, las cuestiones se tomaban con otra calma y perspectiva. Y ahora no. La próxima Semana Mayor, que se celebrará entre finales de marzo y primeros de abril, está más cercana de lo que pudiera parecer si se mira de reojo el calendario. Lo abalan quienes visten la túnica y cubren responsabilidades dirigentes.
Y hablando de fe y devociones el próximo 7 de octubre –martes, para más señas– la parroquia de Nuestra Señora del Mercado conmemorará el segundo aniversario de la coronación canónica de la sagrada imagen, ceremonia que tanta repercusión tuvo en la capital leonesa. La catedral de Santa María de Regla, con el prelado de San Froilán como cabeza visible de la Diócesis, testificó la entronización. Hacía falta –y además era necesario– que a la considerada patrona popular de la ciudad se le otorgara tal merecimiento. Y tal alto honor, tantas veces demandado por una mayoría.
¿Y cuál es el nexo, entonces, entre las cofradías leonesas y la conocida en León como Morenica? A efectos organizativos y desarrollo de procesiones, ninguna. La parroquial que pastorea el sacerdote Manuel Flaker Labanda saca a la calle de forma independiente, en la atardecida del Viernes de Dolores, una procesión de carácter tradicional y abierta al pueblo –en feliz expresión inmemorial–, con la Virgen como eje principal y único de la piadosa manifestación católica. Y ello, al margen de la Semana Santa, como se viene pretendiendo en contrario desde hace unos años.
Sin embargo, viene quedando un fleco no resuelto entre las partes, que principia y finaliza en la denominada Misa de Acción de Gracias al término de la Pasión, el domingo de Pascua, y que se oficia ocho días después en la Basílica Menor de la Virgen del Camino, templo regido por la orden dominica.
Sin ánimo de menoscabar –todo lo contrario– la advocación que se venera en el Municipio de Valverde de la Virgen y, a la vez, patrona de la región leonesa, ha llegado el momento –por otra parte reivindicado en innumerables ocasiones- de que las cofradías, la Junta Mayor, en definitiva, valore que esa eucaristía se lleve a cabo en la iglesia del Mercado –que más pronto que tarde se le adicionará a la antiquísima parroquia la cotitulación de santuario–, como reconocimiento a un patronazgo no oficial, pero, sin la menor duda, sentimental. O, también, como solución alternativa, cabría propiciar una concordia entre las dos opciones para que se alternen los años. Pares en un templo e impares en el otro. Lo que ya no admite paños calientes, es que la Morenica merece más atención.